Dr. Jaime Chalita Zarur
Febrero 16, 2019
En nuestra sociedad mexicana, seguimos con brújula generalmente desorientada. La esclavitud, no sólo se da en la falta de educación, también con el yugo permanente de pretender tener siempre la razón de cualquiera que se erija como el absoluto y ello se traduce en un opresor.
Claro con los poderes que la población confiere, siempre habrá quien tenga miedo de debatir, pues invariablemente quedara mal, ante el poder que, aparece sin límites.
La incapacidad de nosotros para diseñar nuestras vidas en conjunto, buscando horizontes comunes y, beneficios que compartir nos va esclavizando, para ser gente que aspire solo a recibir, como en muchos lugares, a los golpes de suerte, a lo que el destino nos depare, haciéndonos salir de nuestra condición mediocre, para que nos toque, lo que trabajando no podríamos obtener, siempre con la intención de ser más que los demás.
La evolución del ser humano, no siempre es, o, ha sido para que se adquiera la prosperidad, por el contrario, en ocasiones, ha servido para lastimarnos y más, para destruirnos unos a otros, pues la cultura de ser, para debernos a los demás, casi no existe. La existencia del ser humano, debiéndose a los demás, es compleja y, mucho en el debate pero, por ningún lugar pasa, en donde se diga yo, ya no me pertenezco, soy del Pueblo.
Así pasa cada mañana, cuando el Presidente de nuestra República, nos hace reseñas de cuánto nos han robado, utilizando sus propias palabras, como, tampoco, no sirve nada de lo que heredó y, mencionando siempre que «eso» se acabó.
Lo cierto es que seguimos igual en el mejor de los casos o, peor aún, con en el miedo de ser asesinados, asaltados, lesionados en nuestro patrimonio cualquier día. Para quien sufre no existen los fueros, solo los responsables y el Estado es por y, para el Pueblo.
La corrupción no da marcha para revertirse, el número de muertos no reduce y cada día aumentan, la sociedad aspira lograr, que esto se termine pero, pero la cultura de la lucha por ello del trabajo y el esfuerzo, está ausente, más aún, cuando se habla de solamente derechos desde la Presidencia de la Republica y no, de obligaciones. Hace más de dos mil años hubo un redentor, no veo que tengamos otro, menos cuando imperceptiblemente se desmantela lo bueno que le sirve y ha servido a México.
Nuestra República ha estado ahí, en la lucha por ser y estar. Aún con todos nuestros problemas existimos. El gran mérito es de los mexicanos que mantenemos este gran País, trabajando todos los días, hasta por quienes nos dirigen política y económicamente.
No mejoraremos, en la medida que no se aplique la ley, abatiendo la impunidad, castigando con el ejercicio de lo que marca la ley. Ejemplos hay muchos. No solo las huelgas de Matamoros, muchas inexistentes y las que si hay, exigiendo lo que no está en la ley. Peor, existieron empresas que cedieron a las pretensiones. Las vías del ferrocarril, en Michoacán, las que están bajo el fuero federal, para nada se intervino en el asalto a la Comunicación, lastimando a personas que nada tenían que ver en el asunto.
¿Quién está en la cárcel, de los muchos que se han señalado cada mañana, quien fue denunciado y consignado, quien está preso? nadie aún.