Dr. Jaime Chalita Zarur
Agosto 22, 2020
Wilhelm Friedrich Hegel, nace en 1770 y muere en 1831. Un hombre de ideas, igualmente de avanzada en el comportamiento social, que en su momento demandaba, en corresponsabilidad con el Estado. Para él, cuando hablaba del Estado, se refiere como la realidad de idea ética. Fundamentos filosóficos profundos de esta definición, que dejan a la imaginación la interpretación de quienes, en el debate de las ideas, se arriesgan al diálogo de altura, en cuanto a la vida gregaria se refiere.
La investigación, en el lecho de la eutanasia, de la desconexión humana, casi en todo nuestro país, nos va dejando un cerebro perezoso que busca todo en la red de redes, apagando la aparición de las ideas que nacen del pensamiento fecundo y prolijo del contraste en la investigación.
Nuestros tiempos demandan alta calidad y rapidez en cualquier proceso de relación y perfeccionamiento. Detenerse en el análisis de la “Idea”, con la propia causa del intercambio en la pluralidad de ellas, no es adecuado ya. Lo práctico, lo que está a la mano, se aplica sin miramientos, con tal de sentirnos en las primicias de compartir lo que sea; hasta noticia que luego son desmentidas.
La unión de lo abstracto con lo concreto, es el proceso que debería seguir el debate de las ideas. No más, no hay el intercambio de la propuesta que dé luz en la oscuridad, y cuando nos sentimos en desventaja, recurrimos a los descalificativos y, si son en las redes sociales, mejor para quienes están en desventaja, por tener un cerebro perezoso.
La construcción de un país, cualquiera, la hacen sus ciudadanos. Los países adelantados, modernos o con economías fuertes, son los que se han puesto de acuerdo en el camino que deben de recorrer. Es verdaderamente el pueblo quien dirige su destino. A México le falta mucha verdadera vocación patriótica, que no patriotera, para que seamos ciudadanos de verdad.
Hoy, en esta coyuntura, tenemos la oportunidad de estar unidos en los temas fundamentales que realmente nos importan a la inmensa mayoría los ciudadanos de este, nuestro gran México.
Realmente nuestro País, necesita recuperar la salud de nuestro pueblo, con una directriz eficaz y eficiente, igualmente recuperar nuestra economía, con apertura y respeto a nuestras libertades dentro el marco legal, que no sea utilizado o instrumentalizado políticamente; con ello cero impunidad en contra de cualquier delito señalado en la ley. Así igualmente, indudable la recuperación de la educación en nuestro país, no va por ningún lado para realmente hacer competitivos a nuestros educandos; habría que entender que la revolución que han marcado otras culturas de éxito, nada tiene que ver cómo lo hacemos nosotros, queriendo inventar, pagando facturas políticas que nos dañan.
Nada de lo anterior puede estar fuera de la ley y, para ello tendríamos que tener un Congreso de la Unión realmente independiente, que diera muestras de que en México existe la división de poderes; hoy inexistente.
La corresponsabilidad ciudadana nos reclama en el 2021, independientemente de partidos políticos, necesitamos recuperar los equilibrios del poder público y esa, es nuestra responsabilidad.