Dr. Jaime Chalita Zarur
Abril 30, 2022
La autodeterminación de los pueblos, como se ha querido en México, cada día es más utópico. Nos hemos convertido en rehenes de las decisiones políticas de unos cuantos implicados.
Las decisiones del sistema sociopolítico en nuestro país, ha sido de un lado al otro, dependiendo la corriente ideológica que nos gobierne. Así hemos transitado de la Izquierda a la derecha con sus cromáticos cambios de intensidad pero, jamás ha sido una desición democrática, por el contrario, impuesta desde las esferas del poder, a través de nuestros “representantes populares”.
Sin saber realmente el significado de socialismo y comunismo, para la población en general, los fantasmas de ellos ha rondado nuestra convivencia, en donde, en torno a estas formas de pensamiento, con las diferentes tonalidades, quienes gobiernan, han provocado una sociedad dividida históricamente, para que les sea más fácil gobernar, imponiendo formas muy particulares de intereses, siempre en miras del dinero y poder públicos.
Recientemente el Subsecretario de Educación, Luciano Concheiro, declaró que tendríamos que proponernos el comunismo para emanciparnos de la explotación del ser humano. Coincido en cuanto a la lucha en contra de la explotación del ser humano por el mismo ser humano, pero, ¿está ahí, en donde señala Concheiro, la la respuesta?
¿Es el Comunismo lo más conveniente para nuestro País? Fracasado el socialismo desde la caída del Muro de Berlín, ¿habría que abrazar y festejar esta ideología comunistas desde las escuelas?
Mientras que en el socialismo se retribuía a cada quien según sus posibilidades y según su trabajo, la expectativa principal de la sociedad en el comunismo es que cada quien aporte a la comunidad según sus habilidades, lo cual solo sería posible si la sociedad en conjunto ha ofrecido las mismas oportunidades suficientes a sus miembros para desarrollarse y entonces hablaríamos de un sistema global.
Nada es malo o bueno completamente, pero igualmente, la libertad de ser y estar, debería de pertenecer a las personas. Los sistemas de gobierno, cualquiera que sean, no blindan la libertad de la gente, por el contrario, es una lucha permanente por su defensa y, en oposición a los gobiernos. Que paradójico, ¿No?
Los clásicos del pensamiento económico, dicen que la fuente de la riqueza está en el trabajo, pero, no es así. Antes de llegar al esfuerzo físico del trabajo, tienen que haber algo intangible, que con el paso del tiempo se materializa y que es la Idea de qué y, cómo hacer lo que se pretende como trabajo.
El pensamiento y la sociedad del conocimiento, es lo que debería dar vida a la ideología de las personas pero, en México todo lo referente a la educación y al fomento de liberar las ideas para El Progreso de la humanidad, está abolido casi por completo.
La convivencia de una nación cualquiera, debería estar en la voluntad de quienes viven ahí, y jamás ha sido de esta manera, al contrario, hemos cedido nuestras libertades para que otros ejerzan esa facultad por nosotros.
