Remesas no son una medallita  para gobiernos logreros sino un fracaso.

Toño Martínez

De ninguna manera las remesas que recibe México cada año  enviadas por los connacionales que trabajan en otros países, sobre todo  en los Estados Unidos, pueden presumirse como un logro sino como un fracaso económico y social  de políticos logreros incapaces de producir las condiciones laborales y de bienestar social para el pueblo.

Indigna escuchar tanto del presidente Andrés Manuel López Obrador cono  gobernadores estatales que anuncien con bombo y platillo el volumen de dólares que llegan  y lo festinen dejando de lado el dolor, las rupturas familiares, las tragedias que sufren los hombres y mujeres que arriesgan sus vidas cruzando la frontera indocumentados porque no les queda de otra, porque no hayan trabajo y el poco que hay es mal pagado y no les alcanza para mantener su familia.

No es suficiente para  enfrentar la carestía de servicios y precios de los alimentos básicos; no se diga la ropa, calzado, gastos escolares apenas atenuado por programas asistenciales como las pensiones y becas. Ni así alcanza.

De los 7.4 millones de mexicanos que trabajan en Estados Unidos solo mínimo porcentaje son legalmente contratados por empresas de alimentos, campos  agrícolas, en la construcción o para desempeñar oficios diversos sea jardineros,  asistentes de ancianitos o enfermos o barrenderos.

Ese sacrificio de la gran mayoría de migrantes ayuda a cambiar las condiciones de vida de sus familias con el envío de dinero. Mejoran o construyen sus casas, compran enseres domésticos de calidad, renuevan sus salas, recamaras pantallas de plasma y les queda hasta para darse uno que otro gustito y hasta el carácter les cambia mejorando las relaciones familiares y de la comunidad. Ese ingreso impacta positivamente en los pueblos que reflejan progreso. .

Ellos son los héroes de esta película no los gobiernos gandallas.

Pero deben soportar la ausencia,  no estar con sus seres queridos, no ver crecer a sus hijos, ni estar con los padres, esposas o esposos cuando cumplen años, fiestas escolares o cuando se enferman; ni siquiera acompañar en los funerales cuando alguno fallece.¿Eso es motivo de orgullo para un gobierno federal, estatal o municipal?, No señores, es una vergüenza.

De acuerdo con el informe del Banco de México sobre las remesas el país  ha recibido de enero a junio 30 mil 238 millones de dólares que en el caso de San Luis Potosí han significado en ese mismo lapso 2 mil 300 MDD.

La Oficina del Censo de EU registra que trabajan 1.7 millones de compatriotas registrados. De San Luis Potosí hay un promedio  de 300 mil.

En orden de monto de remesas a municipios  potosinos a la Capital del Estado ingresaron 343 millones de dolares; a Rioverde 186 MDD;  Matehuala 123 MDD; Salinas 115 MDD; Soledad de Cerritos 70 MDD;  Ciudad Valles 62 MDD; Tamazunchale 52 MDD y Santa María del Rio 51 MDD.

La pregunta es: el Gobernador Ricardo Gallardo Cardona puede enorgullecerse de la migración  de 300 mil potosinos como para decir el sonsonete  ese  de «San Luis Potosí ya despegó en recepción de remesas». ¡Dios mío!