Ángel Castillo Torres
Marzo 30, 2021
Militantes y simpatizantes de Morena no deberían seguir negando la realidad. El candidato a la gubernatura al que apoya Mario Delgado se llama Ricardo Gallardo Cardona y no Mónica Rangel. Pero además, hay que tomar en cuenta que Don Mario es solo un gerente de esa franquicia llamada Morena, no se manda solo. “Ya saben quién”, el que realmente mueve los hilos en Morena ha podido comprobar a través de datos duros proporcionados por encuestas (no cuchareadas) que el que realmente ha logrado avanzar en campaña y está marcando agenda y tendencias es el Pollo Gallado”.
Mónica Rangel no avanza, más bien se está derrumbando al tercer lugar. El periódico “Regeneración”, órgano oficial de Morena, así lo publicó el pasado lunes 22 de marzo cuando en una nota informativa dio cuenta de que San Luis Potosí es uno de los tres estados en donde Morena va a perder ( los otros dos son Querétaro y Chihuahua).
El pronóstico de que la doctora podría superar la crisis que generó su imposición no se cumplió. Hay un hecho incontestable que revela sin maquillaje quién es el preferido de la 4T para ganar la gubernatura. Me refiero a la decisión de entregarles al partido Verde 6 de las siete candidaturas a diputados federales que estarán en juego el próximo 6 de junio. Sólo en el IV distrito federal electoral, con cabecera en Ciudad Valles, Morena podrá postular candidato, en el resto, el Verde manda.
¿Qué consecuencias tiene esta decisión para el fortalecimiento de la candidatura de Ricardo Gallardo? Y, ¿Qué daños ocasionará a la campaña de Mónica Rangel?
Para el Pollo Gallardo es la confirmación de que la cúpula morenista va a darle todo el apoyo para que se consolide como el puntero en la contienda por la gubernatura. El hecho de que el candidato del partido Verde pueda colocar a 6 de los siete candidatos a diputados federales le significa sumar a 6 mariscales de campo que se partirán el alma para conseguirle votos en todo el estado.
Con esta jugada López Obrador y Mario Delgado buscan que no se rompa la alianza legislativa que ha ayudado a mantener el control de la cámara de diputados. El presidente de la república necesita consolidar las reformas de hondo calado que ha impulsado y garantizar que los programas sociales de su gobierno cuenten con recursos económicos para mantener su base de apoyo social. Para lograrlo es preciso contar con la mayoría calificada en la Cámara de Diputados. Porque es ahí donde se deciden los presupuestos. Y si para eso hay que entregarle una gubernatura al partido Verde como pago a sus servicios, pues que así sea. Ya habrá tiempo de reconstruir a Morena en San Luis Potosí. Aunque por ahora tengan que sacrificar a una candidata que se subió de manera oportunista al tren de la 4T.
Para Mónica Rangel, la decisión de entregarles 6 de las 7 candidaturas a diputados federales a Ricardo Gallardo la deja sin fichas para jugar en las regiones del estado. Le achica su cancha de juego y la debilita aún más, ya que tendrá que andar en solitario y remando a contracorriente. La doctora no ha querido darse cuenta que fue utilizada sólo para erosionar y agraviar a los liderazgos y bases de Morena.
Para que el proyecto del Pollo Gallardo fuera viable, luego de que no fue posible entronizarlo como candidato de Morena a la gubernatura, Mario Delgado tuvo que utilizar el plan B, que no es otro que dinamitar cualquier posibilidad de que Morena pudiera disminuir el potencial de Ricardo Gallardo. Así que de una manera calculada Mario Delgado embarcó a Mónica Rangel en el desdichado papel de exterminadora de las posibilidades de Morena en la contienda por la gubernatura.
A casi un mes de iniciadas las campañas de los candidatos a la gubernatura, Mónica ya cumplió este objetivo. Ha conseguido que Morena se intoxique con el virus del caos. Morena es hoy una Torre de Babel, un territorio devastado, un montón de ruinas de lo que alguna vez fue una comarca donde floreció la esperanza.
Los líderes locales de Morena observan llenos de indignación y frustración cómo a ellos ni migajas del pastel les ha tocado. La cúpula de Morena y los habilidosos estrategas del partido Verde ya se han repartido el botín.
En este escenario de mezquindades habrá un daño colateral que dañará las posibilidades de triunfo de Xavier Nava. El alcalde con licencia no es el candidato de los Tata Mandones de Morena. Para la alcaldía capitalina el apoyo verdadero es para Leonel Serrato que, quizás, es el único morenista que supo leer con toda anticipación el retorcido laberinto que diseñaron las cúpulas de Morena para que sus candidatos ganaran. Así que ya ni llorar es bueno. ¡Bienvenidos, morenos, al realismo político!, a la política realmente existente.