Toño Martínez
La sobresaturación de visitantes que están registrando los sitios turísticos de la Huasteca Potosina sin mas visión que captar divisas pero con una mirada miope en alcances negativos para las culturas ancestrales, y luego el anuncio de la Secretaria de Turismo Yolanda Cepeda para crear una «Riviera» cuyo eje sería la autopista Ciudad Valles-Tamazunchale a lo largo de la cual se construirían hoteles de alto nivel, restaurantes, un Centro de Convenciones, paradores y hasta campos de golf que es un deporte para ricos, es la nueva amenaza oficial que sé cierne sobre los pueblos y comunidades de las culturas Tének y nahuas de cuyo linaje descendemos.
Mientras en otros países las culturas indígenas son un tesoro protegido con un poderoso andamiaje de leyes porque las comunidades indígenas son las verdaderas protectoras de la tierra y sus recursos, los bosques, el agua, su fauna; por sus aportaciones aprendidos durante siglos a la salud basada en herbolaria, conocimientos sobre la agricultura y la generación de ecosistemas y sus habitantes y se guían por el respeto a ls naturaleza, en San Luis Potosí por ignorancia y tintes de racismo de su gobierno son golpeadas y degradadas como si se tratara de una conjura para de desaparecerlas.
Pero bueno, que se puede esperar del gobernador Ricardo Gallardo Cardona y de Yolanda Cepeda cuya ignorancia sobre las culturas originarias, su historia, importancia, organización social y tradiciones les escurre por la piel.
Están cortados con la misma tijera y por ello tanta ocurrencia donde lo que importa es el dinero sin mínimo respeto a la cosmovisión y cosmografía indígena. La pregunta es si antes de abrir la boca Yolanda Cepeda consultó a los pueblos indígenas de la huasteca.
El convenio 169 de la Organización. Internacional del Trabajo ( OIT) garantiza los derechos humanos, fundamentales, el derecho a la consulta para cualquier acto o iniciativa que ponga en riesgo el entorno natural y la conservación de sus culturas e instituciones; promueve la igualdad y oportunidades en empleo, seguridad social, salud y protección de sus tierras, recursos y tradiciones pero Gallardo Cardona y su secretaria no lo saben o les vale; solo ven lo frívolo, lo superficial y que deje dinero a toda costa.
Bueno, Cepeda anda con tal nivel de analfabetismo cultural que llamó a su proyecto «Riviera» desconociendo que ese termino se refiere a las costas marítimas no a rutas internas.
Por otra parte es claro que tampoco conoce la normatividad que rije la operatividad de los sitios de uso turístico. Cada paraje tiene una capacidad de carga específica de turistas que puede recibir para no alterar su naturaleza ni contaminarla pues basta observar por ejemplo el número de lanchas repletas de gente en La Cascada de Tamul en Aquismón para visualizar el riesgo incluso para los visitantes.
Debe quedar claro que el turismo es un filón de ingresos económicos sumamente importante y San Luis Potosí es de los más atractivos en este rubro, pero no destruyendo ni violando derechos de los pueblos indígenas dueños de los lugares de los paseos naturales.
Valles ya tiene la agria experiencia del desprecio a la cultura cuando se ordenó destruir Arco de las Culturas con simbología Tének, nahua y Xiu’y que estaba en la entrada poniente de la Ciudad para colocar en su lugar un mazacote de tubos y fierros antiestético y horrible sin oposicion alguna del Gobierno municipal ni organismos culturales, solo críticas.