Seminario de Valles es apenas el inicio de una larga preparación.
Toño Martínez
Una de profesiones más complejas e integrales y con una misión sagrada especial es el sacerdocio.
Un sacerdote, Papa cura Obispo, Cardenal Padre, o presbítero de la iglesia católica, son seres humanos con sus defectos y cualidades que tienen que pasar diversas pruebas y desafíos no solo cuando estudian sino en el ejercicio cotidiano de su misión, que no son perfectos y pudieron haber cedido a la tentación de un pecado, pero eso precisamente es lo que los dota de la comprensión y conocimiento humano para orientar y llevar consuelo al cristiano o cualquier persona que se sienta agobiada por tribulaciones de la vida y sus pecados que enrarecen la conciencia; además tiene la inspiración divina y capacidad que les ayuda a enmendar sus propios errores explicó el presbítero Cecilio Esparza Ledezma, rector del Seminario Diocesano de Ciudad Valles.
Señaló que para la preparación un sacerdote participan complementariamente con el nombre Seminario Mayor de Tampico; en Valles los jóvenes cursan estudios de educación hasta la preparatoria en planteles públicos o privados.
En este momento hay 9 estudiando en bachillerato de los cuales 4 pertenecen a la Diócesis de Tampico y 5 a la de Valles; es la fase del curso introductorio y de teología.
La segunda fase tienen que trasladarse si Seminario Mayor de Tampico donde estudian filosofía durante 4 años; para costear sus estudios reciben una beca.
Regresan a Valles para comenzar la etapa de la configuración o teología por otros 4 años; «ahora precisamente tenemos un estudiante en cuarto grado, uno en tercero, dos en segundo y uno en primero es decir cinco jóvenes y nosotros cubrimos el gasto de los cinco maestros (presbíteros) que tienen a su cargo las clases. Quienes vienen de fuera reciben 150 por clase y los de la ciudad solo 100 que es tan simbólico.
Los muchachos en toda etapa de profesionalización están sometidos a pruebas de vocación porque Dios en su infinita misericordia los llama al servicio pero no los forza; nos deja en libertad de escoger.
Hace poco, citó Esparza Ledezma, tuvieron que dar de baja a dos jóvenes porque de plano no pudieron superar materias y aunque les pedía mínimo un 6 para que pasaran de «panzaso» no pudieron. No era su vocación y la señal fue clara.
Dios, dijo, nos da tres caminos:: sacerdocio, vida consagrada, soltería o matrimonio. Todas las condiciones son bendecidas por el Señor.
Regresando a la preparación de los aspirantes a cura, agregó que cuando un seminarista termina la etapa de la teología es enviado a una parroquia donde prestará un año de servicio equivalente a pasante, para conocer y enfrentar la realidad de lo que aprendieron en la teoría.
En tono coloquial, el Padre Esparza Ledezma refirió que como en cualquier fase de su formación, en esta etapa puede ocurrir que se les atraviese «Pancha» y ponerlo a prueba; entonces tiene que reflexionar y confirma que si su convicción es dedicarse a Dios, pues adiós «Pancha».
Puede ser también que sean seducidos por el estatus que adquiere un seminarista y les guste el trato y las diferencias de la gente; quienes venían de alguna comunidad muy pobre y usaban huarache pasan a calzar zapato cómodo, mejor ropa y eso puede hacer que releguen la vocación y prefieran ese otro mundo; bueno la señal es clara en cuanto a qué o estaban realmente inclinados a ser presbíteros o se equivocaron.
Después del diaconado viene la ordenación y se integran formalmente a la iglesia para servir a Cristo con su mensaje y misión suprema.
PREGUNTA.- De dónde se sostiene el Seminario para la formación de sacerdotes?
RESPUESTA.- Difícil pero interesante pregunta que tiene como respuesta la confianza en Dios
No tenemos un recurso económico fijo y batallamos. Solo para la educación de cinco muchachos erogamos un promedio de 2,500 pesos diarios entre pago a cinco maestros por clase y otros gastos como la alimentación y a veces no los tenemos.
Es complejo y a veces amanecemos sin nada pero Dios siempre provee y alguien nos trae un donativo en efectivo una despensa o cereales, leche, verduras o frijol lentejas, frutas y la vamos pasando
La colecta anual ayuda pero siempre el gasto supera al ingreso.
Necesitamos vocaciones sacerdotales, muchas y santas vocaciones pues las necesidades de labor espiritual en un mundo cada vez más confundido y alejado de Dios lo demanda, expresó el director del Seminario Menor de Valles Cecilio Esparza Ledezma.
Sobre los laicos que apoyan a la iglesia con diversas tareas y en lo pastoral, reconoció su valiosa aportación y los bendijo.