#Caminante
Toño Martinez
Para muchas culturas en el Mundo el número siete tiene significado cabalístico, astrológico y se le vincula con los misterios inexplicables; para otros en cambio es un dígito místico y mágico con un simbolismo vinculado a la construcción de la vida pues luego de que Dios creara el universo, la luz y al hombre descansó el séptimo día que fue domingo.
Bueno, «haiga» sido como «haiga» sido, el Partido Revolucionario Institucional salió con su Domingo 7 al llevar a cabo en esa fecha la 24 Asamblea Nacional con sabor a Pepsi, cuyo objetivo central fue llevar a cabo una reforma estatutaria profunda de la cual, de acuerdo a la declaración de Alejandro Moreno Cárdenas -Alito- es renacer como una nueva fuerza política.
Esa modificación de su norma interna incluye cambios en su plataforma de principios, programa de acción, línea ideológica y establecer -¿ahora sí? una vinculación estrecha con la gente, abanderar sus causas y, entre otras cosas defender a México contra el régimen autoritario de MORENA el partido que trae un gran rechazo de la sociedad civil, comunidad científica, emprendedores, estudiantes, sectores y organizaciones por la destrucción de instituciones que son el soporte del México democrático.
Las reformas le dan además como se daba por hecho, la oportunidad de que Alito pueda reelegirse por un periodo más como líder nacional del tricolor.
Es notorio que la visión de un PRI empoderado sucede después de la culminación de una serie de derrotas electorales que arrebataron al partido la mayor cantidad de espacios políticos en gubernaturas, diputaciones y presidencias municipales, proceso que dijo, ha sido provocada principalmente por traidores y comenzó con el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta (1994) siendo candidato a presidente de la República.
Inspirado en ello todo indica, y en el grado de sumisión en qué han caído los partidos MORENA, Verde Ecologista y PT al poder de un presidente autoritario como es Andrés Manuel López Obrador que los tiene de rodillas comiendo de su mano se entiende, es que Alito elevando la voz advirtió que el PRI no obedecerá a ningún presidente de la República, ni del PRI ni antes ni ahora.
Respecto a las coaliciones dijo que seguirán participando «porque no atan de manos al PRI».
La asamblea que tuvo lugar en el Pepsi Center WCT de la capital del país, llevó el respaldo de la militancia que permanece fiel al tricolor representada por 3, 200 delegados que determinaron el nuevo rumbo del tricolor en base a las propuestas extraídas en asambleas celebradas previamente en todo el país.
El evento no estuvo desprovisto del escrutinio de redes sociales, que criticaron cuando Alito señaló que el PRI había creado la Universidad Nacional Autónoma de México, y la realidad nació por decreto del cuestionado presidente Porfirio Días a impulso de Justo Sierra en 1910.
Pero bueno con todo y las críticas, desconfianza y dudas, el PRI reacciona, refrenda su unidad con los sectores obreros, campesino y popular y organizaciones así como con la sociedad civil dispuesto a ser una oposición enérgica pero responsable.
Vamos a ver si el Domingo 7 fue para levantar el vuelo como el Ave Fénix, o para abordar la barca de Caronte rumbo al Inframundo político.
