SAN LUIS POTOSÍ PRESENTE EN EL 7° ENCUENTRO NACIONAL DE SABERES LOCALES EN MÉRIDA, YUCATÁN

San Luis Potosí está representado por Antony Juventino de la Cruz López, de 9 años de edad, originario de la comunidad de Cuesta Blanca, Tamasopo.

La Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, a través del Programa Alas y Raíces, participa en el 7° Encuentro Nacional de Saberes Locales que se realiza del 22 al 25 de julio de 2025 en la ciudad de Mérida, Yucatán, un evento abierto como un espacio de diálogo, intercambio y reflexión donde niñas, niños y adolescentes de diversas regiones del país comparten sus conocimientos, prácticas y experiencias en torno a las tradiciones, costumbres y patrimonio cultural de sus comunidades.

San Luis Potosí está representado por Antony Juventino de la Cruz López, de 9 años de edad, originario de la comunidad de Cuesta Blanca, en el municipio de Tamasopo. Él participa acompañado por su mamá, la señora Ana María López Lara, maestra de la misma comunidad. Su intervención surge a partir del taller de Saberes Locales impartido en la Escuela Primaria General 5 de Mayo, por las maestras Nereida de la Paz Méndez y María Angelina Candia Monsiváis, beneficiarias del Programa Alas y Raíces San Luis Potosí 2025.

Durante el taller, en el que participaron 39 estudiantes de entre 6 y 11 años, se abordaron temas relacionados con la identidad comunitaria, las costumbres y tradiciones locales, con especial énfasis en el patrimonio cultural. Como resultado de este proceso, se elaboró una cápsula en formato de entrevista sobre la alfarería en Cuesta Blanca, una actividad ancestral liderada por mujeres de la comunidad. Esta cápsula se presentará durante el encuentro nacional, como una muestra del conocimiento compartido desde la voz de la infancia.

La alfarería en Cuesta Blanca es una práctica viva que conecta generaciones y refuerza la identidad cultural local. Con barro y creatividad, niñas, niños y personas adultas dan forma a utensilios y piezas que, además de ser funcionales, comunican historias y saberes. Enseñar esta tradición a las nuevas generaciones garantiza que continúe latiendo en el corazón de la comunidad, como un legado colectivo que fortalece el sentido de pertenencia y el respeto por la diversidad cultural.