Miguel Ángel Guerrero Arriaga
A pesar de lo mucho que se jacta de tener en sus manos todos los hilos del PRI potosino, la actual dirigente estatal Sara Rocha Medina, evidentemente, tuvo temor de hacer pasar por la prueba del ácido de la aceptación de la militancia el control que ejerce sobre el partido y su estructura pues solo así se entiende la estrategia de rechazar el registro de la regidora capitalina Margarita Hernández Fiscal como candidata a ese cargo, o lo que es lo mismo tuvo temor de medir fuerzas en piso parejo con MHF y de esa manera evitar constatar el grado de repudio que le tienen los militantes del tricolor por su intolerancia como directiva que ya ha provocado una severa desbandada de militantes.
Con todo y la compra de voluntades de los consejeros priistas para asegurarse su voto en la asamblea del próximo 4 de enero la originaria de Real de Catorce debió acudir a argumentos legaloides para quitar de su camino a Hernández Fiscal cuya vocación priista es de sobra conocida y bien acreditada desde hace varios años apoyada por su cómplice Alberto Rojo Zavaleta.
Tras el rechazo a su registro la regidora, como ya lo anunció seguramente acudirá al tribunal electoral del poder judicial de la federación en defensa de sus derechos políticos en un litigio que tiene muchas posibilidades de ganar por la manera tan arbitraria con que fue rechazado su registro con lo que podrían obligar a repetir el proceso interno del tricolor y así medirse con ella en igualdad de condiciones, a lo que, ya se vio no quiere llegar toda vez que los militantes priistas que quedan ya exigen un cambio en la dirigencia estatal a la que se aferra con todo en virtud de que la tiene como su jugoso negocio particular toda vez que a nadie rinde cuentas del uso del presupuesto partidista del que comparte algunas migajas con sus incondicionales como Rojo Zavaleta y otros miembros del comité.
Por lo tanto y aún cuando se enfile como la única candidata en llegar a la asamblea de renovación es de esperarse que será reelecta con lo que difícilmente obtendrá la confianza respeto y simpatía de los priistas que aún no han abandonado las filas del partido con lo que será la presidenta estatal reelecta pero seguramente nadie la reconocerá como la lideresa de los priistas potosinos por la poca calidad de dirigente que ha mostrado al negarse, decíamos, a pasar la prueba del ácido de su aceptación como tal enfrentándose en el proceso interno a Hernández Fiscal.
CABOS SUELTOS
Por cierto, la que parece alejarse de conflictos es la reelecta presidenta del comité estatal del PAN Verónica Rodríguez pues las inconformidades que inicialmente surgieron parecen haber puesto por encima los intereses del partido y dejar de alimentar la imagen de panistas rijosos como mucha gente los ve por las diferencias tremendas que escenifican cuando se disputan posiciones en elecciones internas y más porque la también senadora lleva a cabo la operación cicatriz necesaria para eliminar resentimientos que puedan incubar conflictos más adelante… Los mismos habitantes de Tancanhuitz comentan que en el asesinato del alcalde Jesús Franco influyeron las diferencias con personajes locales que dieron lugar a aquello
