Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Abril 06, 2021
Según se ve en el reflejo de los niveles de preferencias de los candidatos gubernamentales, todo indica que en la elección de las elecciones del 6 de junio tendremos un cierre de “photo finish” si se toma en cuenta que los punteros en la aceptación ciudadana como son el abanderado de la coalición: “Sí por San Luis” Octavio Pedroza Gaitán y la de Morena Mónica Liliana Rangel Martínez marchan codo a codo seguidos muy de cerca por el postulado por el PVEM Ricardo Gallardo Cardona, lo que puede dar lugar a que sea el voto duro o los simpatizantes emergentes de los partidos decidan quién sería el triunfador y por consiguiente, el próximo gobernador.
Por supuesto, es en las encuestas sobre las preferencias ciudadanas donde se refleja el grado de aceptación con que cuentan mismas que sus respectivos equipos hacen circular con intensidad en las redes sociales.
Ejemplo de ello es la más reciente levantada por el periódico El Financiero en la que aparece como puntero el coalicionista Pedroza Gaitán con el 36% de las preferencias con Rangel Martínez haciéndole marcaje personal con el 35% y aunque Gallardo Cardona figura con apenas el 17% hay otros estudios demoscópicos de diferentes firmas de encuestadoras que lo colocan en el primer lugar en aceptación ciudadana lo que ha provocado que haya voces desaforadas que ya lo mencionan como el inminente siguiente gobernador.
No obstante, con todo y el repunte de Gallardo la atención generalizada se concentra en el avance de Pedroza Gaitán y Rangel Martínez por ser los abanderados de las principales fuerzas políticas.
Precisamente, por la marcha pareja de ellos en la competencia electoral, los expertos estiman que el voto duro o los simpatizantes emergentes podrían ser decisivos para que cualquiera de ellos salga triunfante en la jornada electoral.
Por ejemplo, en el caso de OPG se menciona que tendría a su favor la clientela electoral cautiva del tricolor y del blanquiazul a lo que podrían sumarse los anti lopezobradoristas pues aún se cuentan por miles los militantes y simpatizantes del PRI tanto como los del PAN como para inclinar el fiel de la balanza en su favor.
En lo que toca a Mónica Rangel podría verse impulsada por los coyunturales simpatizantes de Morena ahora que es el partido oficial tanto como de los seguidores de AMLO y los beneficiarios de sus políticas públicas asistenciales.
Por el lado de Ricardo Gallardo también puede recibir el apoyo de la amplia base social construida durante la etapa dorada del gallardismo en la capital y así contar con el empujón necesario como para dar la gran sorpresa en el resultado final porque, la verdad, todavía nada está escrito.
