Con una visión clara de justicia social y respeto a los derechos humanos, la regidora de San Luis Potosí, Adriana Urbina Aguilar, logró que se cambiará el nombre de la Comisión Permanente de Grupos Vulnerables a Comisión Permanente de Grupos Prioritarios, una modificación que no solo es simbólica, sino el primer paso hacia una transformación estructural en el trato institucional a estos sectores.
«Quiero agradecer profundamente a todos los diputados que tuvieron la voluntad política de hacer esto una realidad. Grupos vulnerables es de alguna manera, revictimizar a las personas, por eso se hizo este ajuste, para llamar a estos sectores lo que realmente son: grupos de atención prioritaria», añadió.
Esta iniciativa para modificar el artículo 89 de la Ley Orgánica del Municipio de San Luis Potosí, que también fue apoyada por Eikoo Koasicha y Alejandro Fernández, fue aprobada ayer por el Congreso del Estado de San Luis Potosí, ya que responde a una reestructuración más amplia del reglamento de la comisión, que también preside Adriana Urbina, junto con la Comisión de Salud Pública y Asistencia Social del Ayuntamiento de San Luis Potosí. Su objetivo es fortalecer la atención a personas en situación de desventaja y ampliar el enfoque institucional hacia la inclusión y el respeto pleno a sus derechos.
El trabajo de la comisión abarca diversos grupos sociales como son las personas con discapacidad, adultos mayores, niños, mujeres, personas en situación de calle, personas con adicciones, población LGBTTTQIA+, pueblos originarios, personas con enfermedad física y mental, migrantes y cuidadores. Estos sectores deben ser atendidos como prioridad debido a las condiciones específicas que enfrentan, especialmente en materia de salud, acceso a servicios y garantías básicas y con este cambio de nombre se podrá dar el reconocimiento que tiene.
Hay que recordar que se están llevando a cabo mesas de trabajo con organizaciones civiles y actores clave para diseñar programas sociales orientados a estas poblaciones “estamos desarrollando proyectos con un enfoque transversal que nos permitan dar respuestas reales a sus necesidades”.
La regidora también hizo hincapié en la urgencia de intervenir en las zonas más rezagadas de la capital potosina, especialmente en la zona norte y sus áreas periféricas, ya que ahí las condiciones son críticas, de pobreza extrema, escasez de servicios y dificultades para trasladarse a centros urbanos con atención médica o social.
“El cambio del nombre es apenas el primer paso. Esta reforma nos obliga a modificar varios aspectos de la reglamentación del ayuntamiento para poder responder de manera más eficaz y humana a quienes más lo necesitan”.
Anticipó que en las próximas semanas se presentarán nuevas propuestas que fortalecerán este enfoque, con acciones concretas y una visión de inclusión, donde busca que San Luis Potosí sea una ciudad que no solo reconozca sus desigualdades, sino que actúe decididamente para corregirlas.