Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Febrero 10, 2020
La caída en el nivel de aprobación entre los potosinos del presidente Andrés Manuel López Obrador podría ser un factor importante para que el 2021 no se repita el “efecto “peje” que sirvió para que en las elecciones del 2018 conquistara la presidencia del país con más de 30 millones de votos así como la mayoría en el congreso de la unión y para que en San Luis Potosí ganaran importantes cargos de elección popular como Primo Dothé Mata quien alcanzó la senaduría y otros personajes prácticamente desconocidos llegaran a las diputaciones federales y locales con el cobijo del mismo partido de AMLO lo que el próximo año difícilmente se repetirá en función del degaste sufrido por la figura presidencial por sucesos erróneos que ha protagonizado como la rifa del avión, la falta de medicamentos, el cero crecimiento económico y otros lances desafortunados inherentes a su quehacer presidencial, lo que, según las encuestas provocará que continúe a la baja el nivel de aprobación de los mexicanos en general como ha ocurrido en lo particular con los potosinos entre los que según la empresa Consulta Mitofsky, en un solo mes descendió cuatro puntos porcentuales.
En ese orden de acuerdo a lo planteado por esa firma los que sean postulados por Morena a los cargos que se disputarán el 2021 no contarán con la ventaja del efecto peje que arrastró al triunfo a cientos de morenistas en los procesos arriba citados pues MLO no estará en las boletas electorales ni andará en campaña enarbolando banderas anti gobiernistas.
En otras palabras, los candidatos de Morena del 2021 no tendrán a su favor la ventaja de competir por el partido del presidente y menos si continúa en descenso la aprobación de López Obrador como ya se augura a raíz de sus tropiezos en la presidencia.
De acuerdo al estudio de Mitofsky sobre el nivel de aprobación del presidente entre los potosinos registró una baja sensible en solo un mes en virtud de que mientras en diciembre pasado obtuvo un 53.1% en enero del presente año cayó al 49.1% y no se ve cuándo ni cómo pueda revertirlo.
Por consiguiente, los aspirantes a las candidaturas morenistas bien harían en tener en cuenta lo apuntado en ese ejercicio respecto de que en las elecciones que se avecinan el efecto peje que encumbró a muchos por su impulso como candidato presidencial estará ausente y poco podrán rascarse con sus propias uñas y nadie podrá decir que tiene seguro el triunfo por competir por el partido del presidente que en popularidad parece ir cuesta abajo.