Toño Martínez No, no somos los pequeños productores de ganado ni tampoco el sector social los responsables de la plaga del gusano barrenador en México, sino el presidente que abrió irresponsablemente por cuestiones ideológicas la frontera sur a animales infectados y a los grandes industriales que corrompen las leyes para meter animales de contrabando o comprando a las autoridades y deben ser llevados a juicio afirmó un grupo de productores encabezados por el profesor Adalberto Trejo Azuara.
Ya no podemos quedarnos callados porque el silencio nos vuelve cómplices de la tragedia por culpa de López Obrador, que sufre la ganadería y de que los del sector social y pequeños ganaderos hayamos quedado atrapados en el riesgo de una infestación que sería el fin de esta actividad, agregó.
Cuando López Obrador levantó las restricciones para facilitar el ingreso de ganado procedente de Centroamérica para «apoyar» la economía de esa región fue por razones ideológicas y no le importó el peligro que significaba para la actividad pecuaria nacional porque sin revisión entró ganado enfermo y en Chiapas se descubrieron los primeros animales con barrenador. El insecto se propagó rápidamente y ahora ya está en muchos estados al grado que por dos ocasiones Estados Unidos prohibió la compra de hato mexicano ocasionando pérdidas por millones de dólares.
A esa situación contribuyeron industriales de la carne que también trajeron miles de cabezas sin respetar protocolos sanitarios.
«Es aberrante que buscando repartir culpas surjan voces de que la epidemia es culpa de los pequeños productores porque dicen que no inspeccionamos ni protegemos nuestros animales cuando es todo lo contrario añadió Trejo Azuara.
«Somos los más responsables y cuidadosos de las vacas porque son nuestro patrimonio, el sustento de la familia, cosa que para otros son solo un mecanismo para un negocio más.
Culpables de esta crisis son también los funcionarios del actual gobierno y legisladores vinculados al sector pecuario, porque son unos ineptos e inútiles para manejar el problema y no se atreven a fincar responsabilidades.
En cuanto a las agrupaciones ganaderas como la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas no mueven un dedo para exigir al gobierno que actúe con eficiencia, porque a sus líderes les importa más mantenerse quietos para buscar un cargo electoral que la protección de la ganadería nacional.
Trejo Azuara dijo que mientras la justicia llega, propone a los pequeños productores y a los del sector social que intensifiquen la inspección de sus animales para detectar a tiempo cualquier posible surgimiento de gusano y otras enfermedades para atacarlas a tiempo.