Dr. Jaime ChalitaZarur.
Diciembre 6, 2025
¿Como México no hay dos? O, ¿como los mexicanos no hay muchos?
Nuestro país, como muchos otros, viven momentos muy álgidos. Las desigualdades y brechas entre los que tienen y los que no tienen, cada día se recuerda con angustia por quienes la sufren. Los programas sociales son muy buenos pero, muy mal encaminados.
El tema principal es que habría que fomentar la cultura del ahorro e inversión para que en el futuro muy corto, las personas se conviertan en sus propios dueños de su destino.
Lo conocido por los medios, cualquiera que sea, es lo cotidiano: robos, bloqueos, falta de servicios, muertes violentas, feminicidios. Desde luego en un país como el nuestro con una falta de preparación en su educación, no se puede aspirar a mucho. Pobres de los países que usan los recursos públicos en otras cosas que no sean la educación.
Todo lo que se sufre, pareciera que desaparece con alergias singulares. El viernes pasado, estuvo dominado todo el día y, lo sigue siendo, por el campeonato mundial de futbol. Las alegrías y esperanzas de que nuestro México y el equipo nacional pueda tener su tercer mundial de esta competencia, nos hacen soñar ser campeones del mundo.
Bendito el deporte, pero no el que sirve solo para unos cuantos y desde luego un gran negocio, en el que al igual que en muchos temas hay obscuridad que, aún cuando son temas de particulares, si de repartición de riqueza se trata, habría que dar vista a la autoridad.
Deportistas de “alto rendimiento” recibiendo cantidades de dinero que solo están destinados para algunos muy pocos en relación a la población que se queda sin oportunidades, aún cuando se quedan en el camino mujeres y hombres, realmente valiosos y con enormes talentos personales.
En temas de educación pasa lo mismo. ¿Se trata de la repartición de la riqueza? Pues en un país con educación tan mediocre como en el nuestro, no se tiene la oportunidad de esa repartición y de ahí, la pérdida de oportunidades para los jóvenes, se transforma en una gran distancia por alcanzar y, en el camino se desiste con facilidad.
Igualmente la pérdida de talentos jóvenes perdidos en la violencia, nos hace perder como país. México necesita de verdad liberarse de políticas tan disparejas que aparentan querer ser benignas para “primero los pobres” y que sea de verdad no solo el discurso desgastado.
@jaimechalita