Tremenda derrota de un gigante

Gregorio Marín Rodríguez

31 de marzo de 2020

Napoleón Bonaparte es el dueño de Italia, Francia, Alemania, Polonia, Austria, España, Portugal y, en los últimos años, 1808-1809, aplasta los intentos de libertad de España y Austria, En 1810 consolida su posición política casándose con María Luisa de Austria. Es el dueño de la mitad del mundo, pero quiere la otra mitad.

Nacido en la isla de Córcega apenas un año después de que fue vendida por el principado de Génova a la Corona de Francia, el hombre que a los 25 años alcanza el grado de General y ha vencido a los mejores ejércitos para convertirse en el militar más poderoso del mundo de su tiempo, avanza ahora al frente de un ejército de seiscientos mil hombres, en su mayoría franceses, a la conquista de Rusia para completar su dominio del orbe. Va en busca de Alejandro, el Zar de Rusia, a quien ya derrotó en Austerlitz.

Cruza la frontera de Rusia y el 7 de septiembre de 1812 el general Kutusov enfrenta al invasor con un ejército de 227 mil hombres junto al río Niemen. Es muy conocida la batalla conocida como de Borodino, que arrojó un saldo de setenta mil muertos, treinta mil franceses y cuarenta mil rusos. Nadie se declaró victorioso después de que el general Kutusov ordenó una retirada que se realizó en orden.

Siete días después Napoleón entraba a Moscú por la puerta suroeste llamada Borovitskaya, rematada con una torre de veinte metros de altura. La ciudad arde en llamas por sus cuatro costados y no hay un alma en el paisaje.

No hay enemigo al frente.

Lo mismo que hicieron los escitas frente al ejército de Darío… Napoleón pide negociar con Alejandro. Nadie le contesta.

Busca otro interlocutor. No hay. No hay una autoridad de ningún grado. Nadie es responsable de nada. Los soldados tienen hambre y frío, pero no hay ropa ni comida, ni forraje, ni agua. La ciudad es un cascarón y el invierno se adelantó antes de lo acostumbrado. Tampoco hay leña y en los últimos días los soldados se han tenido qué alimentar con la carne de sus propios caballos. Tampoco hay medicinas.

Napoleón ordena regresar a sus tropas el 18 de octubre de 1812. 

Las campanas de los trescientos templos de Moscú estremecen a la ciudad y al mundo tocando a rebato en cuanto los fracasados invasores cruzan las puertas de salida.

“Al desbordado regocijo de las alocadas campanas se suma el estruendo de los cañones rusos sacados de sus escondrijos para lanzar al aire su grito de Victoria”.

La Historia dice que diezmado por el hambre, la fatiga, la nieve, las deserciones, las enfermedades y los ataques de cosacos y fuerzas irregulares, el ejército de Napoleón iba disminuyendo a medida que avanzaba rumbo a casa con la pesada carga de la humillación y su fracaso. El 9 de diciembre solo quedaban 24 mil de lo que fue un poderoso ejército de seiscientos mil hombres.

Nos atrevemos a parafrasear otras líneas de este relato que dicen: “Una vez más, a lo largo de la Historia, la fuerza bruta de un poderoso gigante ha sido vencida por la paciencia, la disciplina y la sabiduría del Consejo de Seguridad General que decretó el Estado de Emergencia para enfrentar al coronavirus oponiéndole un ejército fantasma, valeroso, decidido y muy unido en todos sus integrantes. Ese ejército somos todos los mexicanos.

RECORTES.- Unidad, disciplina y un mismo objetivo, que es el de luchar contra el coronavirus que ha causado la muerte de más de 35 mil personas en ciento setenta países y hasta este día tiene infectados a muchos miles. En la rueda de prensa del Consejo de Seguridad Nacional participaron: el secretario de salud Jorge Alcocer: el subsecretario de Prevención y Promoción, Hugo López-Gatell Ramírez; la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero; el secretario de Marina Almirante José Rafael Ojeda; el secretario de la Defensa Nacional, General Luis Crescencio Sandoval y el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard Casaubón, quienes dieron a conocer el acuerdo que se firmó en una sesión realizada horas antes y que presidió el primer mandatario del país, Andrés Manuel López Obrador, acuerdo que se publicó en el Diario Oficial de la Federación para darle plena validez legal…El subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, dejó en claro que “no hay un estado de excepción, ni habrá un toque de queda”, pues se respetan los derechos humanos y solo se apela a la responsabilidad y sentido de solidaridad social de todos los mexicanos por el bien y la seguridad del pueblo…El titular de Relaciones Exteriores advirtió que este es el momento para reducir la velocidad a la que avanza el coronavirus y que con estas medidas se verá menos afectada la economía…Y hasta la próxima.

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