Tumba el Senado Ley que estrangulaba la Libertad de Expresión y perseguía a periodistas

Toño Martínez

Marzo 15, 2023

En una decisión histórica el Senado de la Republica abrogó este miércoles la Ley de Imprenta que restringía la Libertad de Expresión y el Derecho a la Información, generaba lagunas jurídicas para penalizar el ejercicio periodístico y propiciaba la persecución, veto y amenazas a periodistas y que incluso a lo largo de su vigencia motivó asesinatos de comunicadores incómodos a poderes políticos gobernantes y a otros intereses 

Por primera vez, los senadores de los distintos grupos parlamentarios votaron por unanimidad a favor de cancelar tal norma jurídica, aberrante y oprobiosa creada el 12 de abril de 1917 y que resultaba totalmente incompatible con el orden jurídico actual nacional y convenios internacionales.

A la sombra de la Ley de Imprenta hubo incluso ahora quieres en un exceso de estupidez por la obsesión absolutista de poder político, pretendieron encadenar más a la Libertad de Expresión para efectos periodísticos y de la sociedad como la Diputada del nombre extravagante,  Benelly Jocabeth Hernández -de MORENA por cierto-  quien propuso aplicar multas de 5 a 40 UMSs (unos 4 mil 149 pesos) y prisión de 6 meses a un año a quien injuriara al presidente -Andrés Manuel López Obrador en este caso-,  lo cual contra todo sentido común fue aprobado por la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados el 15 de febrero de este año, y tuvo que ser el propio mandatario quien la vetara para no  exponerse a la crítica y condena internacional.

Luego de que la Senadora Olga Sánchez Cordero, de MORENA presentó en tribuna la propuesta de abrogar la Ley de Imprenta explicando su contenido restrictivo a la libertad de pensamiento, expresión, publicación y asociación desfilaron por el estrado legisladores de los grupos parlamentarios para fijar sus posiciones pero todos como José Alfredo Botello, Ricardo Monreal, Germán Martínez Cáceres, Rafael Espino, Xóchitl Gálvez, Félix Salgado Macedonio y otros más coincidieron plenamente en desaparecerla   y hasta reconocieron que se habían tardado.

Claro, hubo quien quiso hacer carnita política a favor de López Obrador atribuyendo a que su gobierno propició esa medida de profundo alcance democrático por su espíritu libertario y respetuoso de los periodistas, pero de topo con Xóchitl Gálvez quien le recordó que si algo tiene el presidente es agredir, atacar, exhibir hasta la vida privada de periodistas y ciudadanos que critican su gobierno.

Citó su caso al haber mentido tratando de perjudicaría cuando desde «la mañanera»; López Obrador la acusó de estar en contra de los programas sociales, lo cual dijo es una gran mentira y está exigiendo su derecho de réplica en el mismo escenario.

Así, lo trascendente es la desaparición de la Ley de Imprenta que ponía de rodillas al periodismo y a los mexicanos ante el poder político ya sea mediante la compra de conciencias con convenios económicos o las amenazas veladas y acoso.

Toca ahora a los periodistas responder con ética y responsabilidad a ejercer el periodismo genuino, libre, que no se somete solo al poder político o del dinero.