UASLP impulsa innovación y sostenibilidad desde el Instituto de Metalurgia

El Instituto de Metalurgia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) cumple 75 años de haber sido concebido como un espacio de apoyo a la industria minera y metalúrgica, y 38 años de consolidarse como un centro independiente de investigación y formación de especialistas. Su director, el Dr. Roel Cruz Gaona, destacó que esta evolución ha permitido responder a los cambios en las necesidades de la industria y a los retos ambientales de la minería contemporánea.

Recordó que el instituto surgió con la finalidad de acompañar a los sectores geológico y metalúrgico en el desarrollo de proyectos que impulsaran el crecimiento económico. Con el tiempo, las investigaciones se diversificaron y dieron paso a la creación de institutos especializados, como el de Geología y el de Metalurgia, cada uno con objetivos propios.

En la actualidad, el instituto es sede de dos posgrados consolidados: uno en metalurgia y metalmecánica, con aplicaciones en la industria automotriz y aeronáutica, y otro en ingeniería mineral, orientado a procesos de explotación y aprovechamiento minero con una visión sustentable. “La minería es una de las actividades más antiguas y más reguladas, y nosotros participamos en la optimización de procesos para reducir el consumo de agua y energía, además de impulsar proyectos de remediación ambiental”, señaló Cruz Gaona.

Entre los proyectos más recientes destaca la colaboración con el Departamento de Ingeniería y con el Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología (Copocyt) para identificar y caracterizar residuos de la minería histórica en la región. El objetivo es medir su posible impacto ambiental y de salud, además de explorar el aprovechamiento de metales que en el pasado no pudieron recuperarse, como el litio y los elementos de tierras raras, hoy considerados estratégicos para el desarrollo de nuevas tecnologías energéticas.

El director subrayó también la importancia de la participación estudiantil en la vida del instituto. Reconoció que, aunque la demanda en general ha disminuido, la mayoría de los egresados logra incorporarse al sector laboral, lo que mantiene vigente el interés por estas disciplinas. Además, destacó la creciente participación de mujeres en los programas académicos, lo que refleja un cambio significativo en la dinámica profesional.

“La gente que estudia aquí termina enamorándose de la carrera, porque se integra a un círculo profesional muy interesante y con muchas oportunidades. Cada vez más jóvenes, sobre todo mujeres, se suman a esta labor que sigue siendo fundamental para la economía y la innovación tecnológica”, concluyó.