Un centinela para cada uno

Filiberto Juárez Córdoba

Lunes 20 de julio de 2020

URGE QUE LA GENTE entienda que hay que cuidarse uno mismo. Independientemente de disposiciones y responsabilidades gubernamentales, los que verdaderamente nos puede librar del contagio de una enfermedad, que puede ser mortal para algunos, es que cumplamos con las medidas sanitarias recomendadas y no salgamos de casa si no es necesario hacerlo. Los contagios detectados suman ya dos centenares diariamente, lo que indica que en una semana tendremos más del millar. Hemos escuchado voces exigiendo que el gobierno evite la saturación de los hospitales y que amplié su cupo. Ampliar el cupo no es solución y tal vez si sea algo complicado por los recursos que eso requiere. Recursos no tan sólo económicos, también humanos y de capacidad de la infraestructura. La saturación depende de los contagios y esos, más que el gobierno, debemos evitarlos nosotros. De nada sirve que el gobierno prohíba algunas actividades, si nosotros buscamos la forma de seguirlas haciendo. Que los antros se saturaron porque el gobierno permitió su apertura, que en los tianguis la gente se aglomeró sin guardar distancias, porque el gobierno permitió su funcionamiento, que en el transporte público la gente viaja sin cubrebocas porque el gobierno no exige a los choferes que se los exigen o se los dan al subir, y por esas causas y muchas otras, decimos, es culpa del gobierno que hayamos regresado al semáforo rojo. No, la culpa es de quienes actuamos irresponsablemente y no hacemos lo que nos toca hacer. Si hay cosas que están permitidas o toleradas, pero no conviene que las hagamos, ya es nuestra responsabilidad personal si las hacemos, a final de cuentas las consecuencias las vamos a sufrir nosotros. El lavado de manos, el uso de cubrebocas, lentes o careta, guardar la distancia y otras precauciones son de carácter personal, no nos va a poner, el gobierno, un asistente a cada uno, para que nos ponga gel, nos mantenga en su lugar el cubrebocas y nos vaya marcando la distancia. Bonita cosa, además de una unidad centinela para todos, un centinela para cada uno. El confiar en consejas populares y buscar remedios mágicos o milagrosos, tampoco ayuda. Más perjudicial que el virus está resultando nuestra mentalidad y actitudes, para eso tampoco hay vacuna.

UNO DE LOS GOBERNADORES y reales jefes políticos del estado, caciques les decían, fue el general Saturnino Cedillo Martínez. Revolucionario participante en momentos decisivos del movimiento armado, al triunfo de la causa fue de los que integraron el grupo político que gobernó México. Su influencia y alcances lo llevaron a ser dos veces secretario de agricultura del gobierno federal, con Pascual Ortiz Rubio y con Lázaro Cárdenas, y a estar considerado como uno de los posibles ocupantes de la presidencia. Los frecuentes desencuentros entre la nueva clase gobernante lo llevó a convocar a la última rebelión armada, en México, del siglo pasado, desconociendo al presidente Cárdenas. La rebelión fue controlada y Cedillo terminó muerto, unos dicen que en combate otros que asesinado a traición. En el imaginario colectivo corren muchas versiones de su supuesta rudeza o ignorancia que tal vez no corresponden a la realidad, de eso hablaremos en otra ocasión. Eso no le quita lo divertido a las anécdotas chuscas que se cuentan de él. Dicen que en una ocasión, en viaje diplomático por Europa, en Inglaterra decidió aprovechar el tiempo buscando una tienda de buenos casimires. En esa época un símbolo de elegancia y poder era vestir trajes de casimir inglés, hechos sobre medida por buenos sastres. Lo llevaron a un buen expendio de esas telas, el general, maravillado por la variedad y los precios, muy menores a lo que conocía en México, escogió alrededor de una decena, ya para hacer el pedido de los cortes, preguntó al dependiente: ¿Oiga, me garantiza que estos casimires son ingleses? Sí, señor. Fue la rápida respuesta. ¿Son importados?, continúo interrogando. No, señor, de ninguna manera, son del país, orgullosamente nacionales, le aseguró el vendedor. ¡Ah! Discúlpeme, entonces creo que mejor no me los llevo. Yo sólo uso ropa de casimir ingles importado, del país no tiene caso que los compre aquí, nacionales en México hay muchos y no los tengo que ir cargando.

ESA IDEA de lo importado y lo nacional es, tal vez, lo que llevó a Andrés Manuel López Obrador, de los jefes políticos de estos tiempos, a decir que el hijo de Vito Corleone, personaje de El Padrino, novela de Mario Puzo, estudió en el extranjero. El Padrino sí mandó a su hijo, Michael Corleone, a estudiar a Dartmouth College, universidad privada ubicada en Hanover, Nuevo Hampshire, Estados Unidos, no al extranjero, dicen, los que le quieren enmendar la plana a López Obrador. Si lo vemos desde esa óptica tienen razón, si la vemos desde donde estaba el presidente cuando dijo lo que dijo, sí lo mandó a estudiar al extranjero. Para los mexicanos Estados Unidos es el extranjero. Eso quería decir, en otros datos, que no los manden a estudiar allá, al extranjero, porque luego regresan con malas mañas, pues ahí aprendieron los mafiosos. Ya ven, Manuel Bartlett, estudió en la Escuela de Derecho de la Universidad de París, también en la Facultad Internacional de Derecho Comparado de la Universidad de Estrasburgo, Francia, y en Universidad Victoria de Mánchester, Reino Unido. Marcelo Ebrard, estudió en la École Nationale d’administration de París, Francia. Javier Jiménez Espriú, hizo estudios en el Conservatorio Nacional de Artes y Oficios en Francia. Esteban Moctezuma Barragán, estudió en la Universidad de Cambridge, Reino Unido. Irma Eréndira Sandoval, en la Universidad de California en Santa Cruz, Estados Unidos. Jorge Alcocer Varela, en la University College de Londres, Reino Unido. Hugo López-Gatell, estudió en la Bloomberg School of Public Health de la Universidad Johns Hopkins, de Baltimore, Maryland, Estados Unidos. Los mandaron estudiar fuera y miren lo que ahora hacen, sobre todo las consecuencias.

DIJERON QUE SON los 7 Magníficos, por la película del viejo oeste en que un caza recompensas y sus 6 aliados, salvan a un pueblo liberándolo de un industrial explotador. En un corrillo virtual, una conversación de un grupo de WhatsApp pues, se dijo que más bien eran los Fantásticos, pues entre ellos iba una mujer. Los Fantásticos eran 4, se aclaró en un mensaje. Esos son personajes de caricatura, especificó otro. Los 7 también, fue la revirada, parecen de caricatura, más que magníficos, grandes, son fantásticos, de mucha fantasía, y los que de verdad están en la jugada, cuando mucho son 4, los demás van de relleno. Bueno, después de tanto cometario, logramos entender que se referían a los aspirantes a la candidatura del PAN. Quienes, trascendió, este martes tienen reunión con el dirigente nacional de su partido, siguiendo con su proyecto de conseguir la unidad para las elecciones del 2021. Los estarán acompañados por el presidente estatal, Juan Francisco Aguilar Hernández. Hay que ver con qué caras regresan. Si magníficas, fantásticas o desanimadas. NOSOTROS DECIMOS:

Aunque se digan resueltos

A conseguir la unidad,

Pueden ser, que en realidad

¡Anden juntos, pero no revueltos!

Siguenos