SE ESTABLECEN OBLIGACIONES PARA LOS TURISTAS A FIN DE PARAJES Y SITIOS TURÍSTICOS
A iniciativa de la diputada Roxanna Hernández Ramírez, el pleno del Congreso del Estado aprobó la reforma a la Ley de Turismo del Estado de San Luis Potosí, para establecer como obligaciones de los turistas, el observar las normas de higiene para la preservación de la limpieza de las zonas y caminos turísticos, y su conservación de las áreas naturales.
Con ello, se busca avanzar hacia un turismo responsable, estableciendo que los caminos y campamentos turísticos cumplan estándares básicos para la seguridad y bienestar de los visitantes, desde la información inicial hasta las condiciones físicas del lugar.
Se indica que en la actualidad, la actividad turística representa una de las principales actividades económicas y sociales a nivel global, ya que permite el intercambio cultural, el desarrollo regional y la valoración del patrimonio histórico y natural.
No obstante, su crecimiento también ha traído consigo una serie de retos relacionados con la conservación del medio ambiente, la preservación de los espacios públicos y el respeto por los entornos naturales y culturales que son visitados.
En este contexto, resulta indispensable observar normas de higiene y buenas prácticas ambientales como parte fundamental de una convivencia social armónica, así como para garantizar la sostentabilidad de las zonas turísticas y la protección del patrimonio común.
El cumplimiento de normas de higiene en zonas y caminos turísticos no solo favorece la limpieza y estética del lugar, sino que también contribuye a evitar la contaminación del suelo, del agua y del aire, factores que inciden directamente en la salud de los visitantes y de los habitantes locales.
La acumulación de residuos, el uso irresponsable de servicios básicos, y el deterioro de la infraestructura turística afectan gravemente la experiencia del turista y deterioran los ecosistemas que, en muchos casos, tardan años o décadas en recuperarse.
Asimismo, la conservación de áreas naturales protegidas y zonas de alto valor ecológico requiere de la participación activa y consciente de todos los actores del turismo, en especial de los visitantes. La educación ambiental y la concientización sobre el impacto que nuestras acciones generan en el entorno permiten fomentar un turismo responsable, en el que se respete la flora, la fauna y los elementos culturales que le dan identidad a cada destino.
Es por ello que resulta vital entender que los recursos turísticos no son infinitos, la sobreexplotación, el descuido y la falta de normas claras o su incumplimiento ponen en riesgo no solo el atractivo natural de los lugares, sino también la viabilidad económica y social del turismo a largo plazo.
Por ello, promover una cultura de respeto y cuidado del entorno se convierte en una herramienta indispensable para la conservación del patrimonio común.
Finalmente esta nueva norma señala que es necesario reforzar campañas de concientización que fomenten el sentido de pertenencia, el respeto mutuo y la responsabilidad individual y colectiva.