Toño Martínez
Febrero 17, 2020
Reír, llorar, jalarse de los pelo, indignarse y traer a la memoria recuerdos familiares, todo eso y más produjo y sigue generando la bazofia de “decálogo” que creó el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a través de la Secretaría de Gobernación para responder a la violencia contra las mujeres y que, traducido en feminicidios ha provocado ya en su mandato cerca de 3 mil y la cifra con un contador se mueve día a día.
La presión popular de las mujeres se extiende por todo el país; el grito “Ni una más, ni una más” “Alto a la violencia contra mujeres”, “Vivas nos queremos”, frases que de tanto repetirse tras cada nuevo crimen parecen caer en la insensibilidad, en la falta de interés y desdén de las autoridades responsables de diseñar estrategias efectivas para proteger contra la ola de asesinatos a jóvenes, adultas, estudiantes, amas de casa, niñas incluso.
Al Gobierno de la 4T no le interesa cuidarlas, está visto al salir con la emisión de una norma contra la violencia de género únicamente recoge lo que el colectivo popular repite y le duele y que hace propia:
1.- “Estoy contra la violencia”. Qué bueno, Ufff
2.-“Se debe proteger la vida de hombres y de mujeres”. Ya lo supo.
3.-“Es una cobardía agredir a la mujer”. Para que se eduquen.
4.-“El machismo es un anacronismo”. A bueno, como no debe ser de esta época, pues no hay que hacerle caso.
5.-“Se tiene que respetar a las mujeres”. Obedecen o le dice a sus mamacitas.
6.-“No a las agresiones a mujeres”. Me están oyendo inútiles.
7.-“No a los crímenes de odio contra las mujeres”. Qué bueno que lo dice.
8.-“Castigo a responsables” (de la violencia contra mujeres). ¡Agárrense!
9.-El gobierno que represento se va a ocupar siempre de “Garantizar la seguridad de las mujeres”. Y porque no comienza.
10.-“Nuestro compromiso es garantizar la paz y tranquilidad en México”
¿Del 2025 en adelante?
Donde están los planes concretos, precisos, claros de acciones y medidas para evitar que sigan ocurriendo al menos 10 muertes de mujeres al día por la violencia de género. No hay.
Porque en lugar de perder tiempo otra vez sacando su odio contra Gobiernos anteriores por “neoliberales” corruptos y “fifís” no se pone a pensar en buscar la forma de resolver su incompetencia.
La violencia contra las mujeres, los feminicidios, crímenes de odio, acosos, falta absoluta de respeto y desprecio machista es ahora, ayer, hoy, en la tarde, mañana.
Que ya ocurría en las administraciones panistas y priistas sí, pero Andrés Manuel López Obrador gobierna ahora y mínimo, en un año debiera hacer dado una señal por insignificante que fuera, que tiene la capacidad que tanto presumían sus corifeos y seguidores zombis, de comenzar a descender los índices de criminalidad y sobre todo, de acorazar a la mujer contra la ola de sangre que están viviendo.
El descontento surgido de la impotencia, la rabia y el miedo que viven las mujeres, y cada ves también hombres que se suman a su lucha por la vida, no lo va a parar ni con escudos, macanas, gases lacrimógenos, amenazas ni tendiendo cortinas de humo como la estafa dela rifa del avión o sus “otros datos” donde todo es provocado por los que se fueron.
