Una cosa es la libertad y otra el libertinaje

Filiberto Juárez Córdoba

Sábado 06 de junio de 2020

YA HAY VOCES hablando de represión, por la intervención de la policía y los detenidos de los actos vandálicos del viernes, que dañaron edificios públicos y allanaron el Congreso del Estado, ultrajando símbolos cívicos y patrios y causando destrozos inaceptables. La verdad es que la actuación del gobierno estatal fue prudente y mesurada, sin caer en la provocación de los activistas que tal vez buscaban motivos para poder enarbolar, precisamente, la bandera de la represión. La policía actuó después de que se rebasaron los límites de una manifestación, pues entraron en la sede del Poder Legislativo con violencia desenfrenada, hizo detenciones y los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades competentes. Según las primeras informaciones, dos de los detenidos, con cargos por alteración del orden público, resultaron menores de edad y fueron entregados a sus padres. El sábado, el fiscal general del estado, manifestó, “nosotros desde el momento en que se causaron los daños aquí en este edificio –el de la Fiscalía- y los posteriores que fueron preponderantemente en el Congreso del Estado, abrimos una carpeta de investigación y posteriormente tuvimos conocimiento que Seguridad Pública había detenido en flagrancia a algunas gentes que causaron los destrozos en el edificio del legislativo”, agregó que ante esas circunstancias, el área de investigación inició el acopio de diverso material de filmación y, por otro lado, personal del área científica se constituyó, tanto en la sede de la Fiscalía como en las instalaciones del Congreso, y llevaron a cabo la recolección de toda la evidencia que pudiera ser objeto de integrarse a la carpeta de investigación. Uno de los detenidos fue puesto a disposición de la Fiscalía General de la República, por el delito de ultraje a los símbolos patrios.

SE ESTÁ TRABAJANDO entonces conforme a derecho y así debe hacerse, hay evidencias gráficas y testimonios para identificar a quienes participaron y conocer lo que hicieron, porque curiosamente hay algunos y algunas que dicen que sí entraron al recinto, pero fue para tratar de evitar la violencia y no para causar destrozos. Las imágenes pueden darles la razón o decir otra cosa. La exigencia de un gran sector de la sociedad es que se actué con energía, se castigue a los vándalos y no se permitan este tipo de actos que nada tienen que ver con acciones políticas o de expresión de reclamos sociales.

TODOS REPUDIAMOS los excesos de la policía en cualquier lugar y condenamos el asesinato del ciudadano Giovanni López, por elementos de la policía municipal de Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco, pero eso no justifica, para nada, lo que aquí hicieron. Las protestas en Jalisco, por esa causa, en la Ciudad de México y en otros lugares, indican otros trasfondos y hacen pensar que lo que menos les interesa es el señor Giovanni López. Podemos decir que igual de grave es lo que la policía le hizo, que la explotación política que están haciendo de su muerte, pues las virulentas protestas, por usar un término de temporada, no han sido ni en Ixtlahuacán, ni contra la policía municipal o el ayuntamiento correspondiente, han sido contra otras instituciones y en otros lugares. El estilo de los grupos o colectivos potosinos es agresivo, es cierto, pero en esta ocasión o se les pasó la mano o hubo infiltrados expertos en la manipulación de protestas. Se sospecha la participación de quienes ejercen el oficio de provocadores, reventadores o infiltrados en movimientos masivos. Aunque alguien dijo que los provocadores pueden ser de la derecha, para perjudicar a López Obrador, la mayoría del centenar de participantes son de tendencia anarquista y han estado más identificados con el morenismo o amlismo. Al menos se comenta que una de las detenidas y gente cercana a ella, participan seguido en movimientos del MORENA en diversos lugares de la república. Que es muy radical y estuvo entre las que le prendieron fuego a la puerta de la UASLP, en marzo pasado. Circula la versión, también, de que hay otros vinculados a diputados del MORENA.

TRASFONDOS HAY y fuertes, por lo que la investigación debe ser seria. Los colectivos y los señalados como participantes ahora se dicen tratados con rudeza e invocan el derecho a la manifestación. Como un breviario jurídico cultural, vamos reproducir el artículo noveno constitucional: “No se podrá coartar el derecho de asociarse o reunirse pacíficamente con cualquier objeto lícito; pero solamente los ciudadanos de la República podrán hacerlo para tomar parte en los asuntos políticos del país. Ninguna reunión armada, tiene derecho de deliberar. No se considerará ilegal, y no podrá ser disuelta una asamblea o reunión que tenga por objeto hacer una petición o presentar una protesta por algún acto, a una autoridad, si no se profieren injurias contra ésta, ni se hiciere uso de violencias o amenazas para intimidarla u obligarla a resolver en el sentido que se desee”. Está claro, a menos que algunos tengan otros datos para darle diferente interpretación. El fiscal general, Federico Garza Herrera, reiteró que se actuará conforme a derecho, “respetamos la manifestación, es correcta la manifestación, pero una cosa es la libertad y otra, el libertinaje”, sostuvo.

EL PRONUNCIAMIENTO del gobernador, condenando la violencia, es congruente, al igual que el del presidente del Congreso y otras autoridades, lo que no suena congruente es que algunos políticos y partidos políticos quieran capitalizar los hechos, para atacar a sus adversarios o sus fines electoreros, y que quienes acostumbran manifestarse insultando y dañando los bienes públicos o privados, exijan que se les trate con muchas cortesías y comedimientos, sin que se les aplique la ley. Quienes entran en una lucha o se suben a un ring, deben saber que lo mismo van a pegar que a pegarles. Que sus acciones pueden provocar reacciones y que en todo hay que asumir los riesgos. Que los derechos y las libertades tienen límites y que, como todo ciudadano, deben cumplir sus responsabilidades o pagar las consecuencias de sus actos. Como dice un dicho popular ante actitudes de esta índole, NOSOTROS DECIMOS:

Por sus ideas arraigadas,

Algunos en sus excesos,

Exigen morir a besos

¡Pero matan a puñaladas!

Siguenos