Dr. Jaime Chalita Zarur
Octubre 03, 2021
Las fechas, creo yo, tan esperadas por los potosinos, se cumplieron, 26 de septiembre y 1 de octubre. En la primera se renovó la administración del Gobierno del Estado, llegando el Lic. Ricardo Gallardo Cardona, y en la segunda, la renovación de la Presidencia Municipal, con el Lic. Enrique Galindo Ceballos.
El desgaste del poder político había sido brutal. La desconfianza creció tanto entre la sociedad y las autoridades, mucho, pero igualmente, entre la misma sociedad, polariza y enconando más y más cada día. Era ya insostenible. Los crímenes aumentaron terriblemente.
La esperanza que se renueva cada seis años para el Gobierno del Estado, y cada tres para el municipio de la capital, estoy muy seguro que renació el día de las respectivas protestas de ley para servir a los potosinos. El llamado, no solo del Gobernador y el Presidente de la capital, también de los otros restantes 57 municipios, ha sido de unidad y trabajo para terminar con la esterilidad de estar separados.
La esperanza de todas y todos, los que vivimos en este estado y que, merecemos tener mejores formas de vida, no sucederán si no tenemos la valentía de la verdadera conciencia social, que nos haga llegar a las metas que nos benefician a todos.
Hoy no hemos creado esa conciencia, no hemos tenido la capacidad de hacerlo. Así, no hemos sido capaces de avanzar, mientras otros estados y ciudades lo hacen mejor, nosotros seguimos en retroceso. Ya es insostenible.
Tendría que haber el inicio, por donde sea, de una sociedad que se allegue a los principios gregarios que nos haga disfrutar nuestro estado como lo deberíamos desear, pero, sólo lo deseamos y no lo perseguimos, realmente, no lo queremos. Parece, como es, solo importaría la saciedad de lo personal, lo que sirve a nuestra más estricta proximidad.
La sociedad se enfermó y, no sanará, hasta que seamos justos en el cumplimiento del pacto social, amparado por la ley. Aquí es en donde está lo que pudiese ser el inicio de nuestra esperanza, ya no en quienes nos representan. Cumplir la ley es el camino, no hay otro.
Aquella frase de Juárez: “a mis amigos, justicia y gracia; a los demás la ley a secas” ya no tiene vigencia, en razón de los altos índices de violencia e impunidad que lastiman a las personas. La ley es para todos igual, no solo para unos cuantos, que de pasada sólo los más pobres lo sufren.
La vida social y política del país, está ahí, ella es una, la realidad duele y tendríamos que cambiarla, para ser más humanos y querer salir adelante juntos. Otras formas no operan.
El llamado del Gobernador y del Alcalde de la capital, ha hecho sinergia. unidad de los potosinos, para trabajar y cumplir. Es el Pueblo el que manda, pero, no será si en tanto o lo propiciemos creando lo necesario para avanzar.
Hoy no solo deseo éxito a quienes nos gobiernan, hoy deseo profundamente éxito para nosotros, a las personas, los que componemos este gran estado.