En San Luis Potosí, el tratamiento de aguas residuales es un tema urgente que aún enfrenta muchos retos, manifestó la doctora Erika Padilla Ortega, investigadora de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP) e integrante del Grupo Universitario del Agua, quien explicó que hay pocas plantas tratadoras y no se conoce con claridad el volumen que procesan, ni con qué eficiencia.
En la zona metropolitana, hay unas 12 plantas públicas y cerca de 50 privadas, pero no se tiene información clara sobre cuántos litros por segundo se generan, ni cómo se trata realmente, lo que impide saber si el proceso es suficiente para remover total o parcialmente sus cargas contaminantes, que pueden afectar al ser humano, señaló.
La investigadora consideró que el reúso del recurso hídrico es muy importante, porque ayuda a liberar agua que puede ser empleada para otras necesidades. Para eso, las plantas tratadoras deben, no sólo manejar grandes volúmenes, sino también garantizar la calidad del líquido.
Advirtió que el agua tratada no es potable y no es apta para consumo humano, ni siquiera si se hierve, pues, aunque se eliminen algunos contaminantes, siguen presentes compuestos que pueden ser dañinos para la salud. Por eso, se usa principalmente en agricultura o en procesos industriales, pero no para beber.
La doctora Padilla Ortega también subrayó la importancia de distinguir entre el recurso tratado y el que es realmente potable, siendo este último el único que puede consumirse directamente sin comprometer la salud. Señaló que, aunque muchos recurren a hervir el líquido para ingerirlo, esta práctica no garantiza la eliminación total de ciertos contaminantes. En estos casos, persiste la posibilidad de exposición a agentes nocivos que pueden provocar enfermedades o afectar el bienestar de la población.
Finalmente, la doctora destacó la necesidad de fomentar una mayor conciencia hídrica, que implique conocer el origen del recurso, los procesos que atraviesa para su tratamiento y cuáles son sus usos seguros. Subrayó que solo mediante información clara y una ciudadanía bien informada será posible hacer frente a la actual crisis que enfrenta San Luis Potosí en materia de disponibilidad y calidad del líquido vital.