Toño Martínez
Febrero 22, 2025
La jornada de terror que vivió una parte de Ciudad Valles la tarde-noche del viernes a causa de balaceras, bloqueo de la carretera a Rioverde, robo de vehículos a mano armada, tiradero de ponchallantas y zozobra por el tipo de violencia delincuencial que no se había dado, y la reacción desordenada de las corporaciones de seguridad fue una sacudida a los Gobiernos estatal y municipal de que no están haciendo bien las cosas; pero por encima de ello algo debe quedar muy claro: el municipio no está en llamas como magnificaron redes sociales y algunos medios de información.
Que fueron momentos de psicosis no se puede negar y mucho menos ocultar o minimizar porque hay testimonios en videos y narrativas sobre el caos en que estuvieron habitantes de diversas colonias del Norte y Noreste de la ciudad, pero este sábado la gente volvió a sus actividades cotidianas, el comercio funcionó, empresas trabajaron al igual que el transporte, las calles registraron el flujo común de transeúntes, y el turismo siguió llegando como ha sido una constante.
Lo único que inhibió un tanto el movimiento fue el frío -entre 12 y 14 grados que para los vallenses es mucho-, y el hecho de ser sábado día de asueto para la burocracia y por consecuencia sin el tráfico intenso de vehículos por la llevada de niños a la escuela.
Sin embargo la responsabilidad de la seguridad y por consecuencia de lo ocurrido para mantener el orden y la paz es del Gobierno estatal de Ricardo Gallardo y del municipal a cargo del alcalde David Medina quienes deben fijar mayor atención, invertir más en investigación, tecnologías de vigilancia, apoyarse en expertos para dar los resultados obligados.
El crecimiento y proyección de Valles no se detiene, es acelerado pero la seguridad es el marco referencial para que no se frene.