Por: Dra. Rocío Crystabel López Gonzalez
Cada que una mamá primeriza le pregunta a mi mamá cómo le hacía para hacer las labores del hogar mientras nos tenía pequeñas, ella responde con la misma historia: “En el patio de la casa había un “chote” grande, ahí amarraba las andaderas y se la pasaban yendo de un lado para el otro del árbol y así podía hacer las cosas”. Haciendo memoria, recuerdo ese “chote” ya más grandes a mi hermana y a mi nos gustaba jugar con las flores que se le caían y mi abuelo nos ponía a juntar los frutos para dárselos a un señor que tenía vacas. Pero ¿sabían que a partir de este cultivo se pueden elaborar alimentos funcionales para humanos?
Para entender más sobre este tema, platicamos con la Dra. Fabiola Veana Hernández, profesora investigadora del Tecnológico Nacional de México/Instituto Tecnológico de Ciudad Valles, especialista en Biotecnología Agroalimentaria, quien lleva varios años explorando el cultivo del Chote (nombre científico: Parmentiera aculeata) con fines de elaboración de alimentos funcionales.
La Dra. Veana nos explica que un alimento funcional se define como “Es un alimento que tiene ingredientes (de manera natural o añadidos) con una actividad benéfica específica en el organismo y que ha sido demostrada, ya sea en la regulación de niveles de glucosa en sangre (conocida como azúcar en aquellos pacientes diabéticos), propiedades antiinflamatorias, antibacterianas, etc.
”En México, algunos cultivos utilizados para elaborar alimentos funcionales son el zapote blanco (Casimiroa edulis), jícama (Pachyrhizus spp.), amaranto (Amaranthus hypochondriacus), hinojo (Foeniculum vulgare), orégano (Lippia graveolens), pitaya (Hylocereus sp.), agave (Agave americana), pelitre (Helipsis longipes) y verdolaga (Portulaca oleracea L.).
Sin embargo, la Dra. Veana se ha enfocado en el estudio del “Chote” que es un cultivo característico de la Huasteca Potosina: Este interés surgió a partir dos cualidades esenciales de todo investigador, la observación y la curiosidad ya que nos platica la historia y primer proyecto que tuvo con este cultivo: “En el año 2018, caminando por los senderos del Tecnológico, observé los frutos del Chote tirados con muchas mosquitas. Yo no conocía el fruto a pesar de que en la Huasteca Potosina abundan, pero pensé debe de ser rico en carbohidratos, por eso las moscas. A partir de ahí, el primer proyecto fue asegurarme que fungiera como único ingrediente (medio de cultivo) para el crecimiento de bacterias benéficas para la salud humana y animal (probióticos, cepas de Lactobacillus)”
La Dra. Veana comenta que debido a los resultados obtenidos y el impacto hasta la fecha se han desarrollado cinco proyectos de investigación con financiamiento, dos sin financiamiento y tres de innovación tecnológica, todos enfocados en la producción sustentable de alimentos y bebidas, gestionados bajo su dirección.
Y lo que más resalta la Dra. Veana, es que estos proyectos han contado con la participación de alumnos del Tecnológico Nacional de México/Instituto Tecnológico de Ciudad Valles. Ellos han logrado comprender y difundir la importancia de rescatar materias primas tradicionales para crear alimentos innovadores, logrando desarrollar productos innovadores como harina de chote para panificación, cerveza e incluso platos ecológicos, logrando presentar estos proyectos en la cumbre nacional de desarrollo tecnológico, emprendimiento e innovación INNOVATECNM 2022, 2023 y 2024, obteniendo en este último el tercer lugar a nivel nacional con la elaboración de un quequito a partir de harina de chote.
Finalmente, la Dra. Veana nos comenta que “Somos ricos en biodiversidad, pero nos olvidamos en observar alrededor, hay mucho por descubrir, mucho por solucionar, mucho por valorar y atesorar en nuestra Huasteca Potosina. Al principio puede ser una idea descabellada, pero elabora ese producto, ejecuta ese experimento, no te quedes con la idea en tu cabeza. Me enorgullece compartir lo lejos que he llegado con mi idea descabellada, un día vi los chotes tirados, otro día me aprobaron mi primer proyecto y ahora incluso, tenemos intención de llevar todo este conocimiento generado a las comunidades tének de la Huasteca, para que tengan un acceso al conocimiento sobre los beneficios saludables de la incorporación del fruto en los alimentos que consumen y ¿por qué no?, como una alternativa de emprendimiento que incremente el desarrollo económico de la región
”Sin duda, y alusivo al mes en que reconocemos la labor docente, recuerdo con esta historia de la Dra. Veana, lo que nos decía un profesor de la Facultad de Química de la UAQ, “No hay cultivo pequeño si sabemos valorarlo y potenciar su uso. Para eso están estudiando.”
¿Y ustedes? ¿Se les antoja probar un quequito o una galleta de chote? ¡Los leemos!
Datos personales:
Rocío Crystabel López Gonzalez, Doctora en Ciencias de los Alimentos y Comunicadora Científica (www.linkedin.com/in/rocío-crystabel-lópez-gonzález-1b75a0148).
Dudas o comentarios: divulgacionrclg@gmail.com
Agradecimientos: A la Doctora en Ciencias Fabiola Veana Hernández (Tecnológico Nacional de México/Instituto Tecnológico de Ciudad Valles.)
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