verdades a medias dañan la esperanza de México

Dr. Jaime Chalita Zarur

Diciembre 06, 2020

La percepción es la forma en que el cerebro interpreta las sensaciones que recibe a través de los sentidos para formar una impresión inconsciente o, consiente de una realidad física de su entorno, que se da bajo un criterio muy personal. También denominado como el proceso constructivo por el que organizamos las sensaciones y captábamos formas dotadas de sentidos. También cuando se captan las sensaciones de otras personas y se interpretan de forma individual, según sea la tendencia de cada ser humano.

Así, se describe el conjunto de procesos mentales mediante los cuales una persona selecciona, interpreta y organiza la información proveniente de estímulos pensamientos y sentimientos a partir de su experiencia previa, de manera lógica o, significativa. La realidad de cada quien es, la que se deriva de su propia idea y, puede ser compartida o entrar en debate por la idea.

En el debate de la conciencia social se van imponiendo ideas fundadas en la percepción de lo que se ha vivido y el sufrimiento que se ha padecido. El abuso de algunos, de la esperanza cifrada en un mejor futuro y este, dependiendo de lo que se le ofrece y promete, va en aumento, igualmente el incumplimiento.

Una parte muy importante de nuestro pueblo, padece y vive en pobreza y muchas personas la sufren en extrema forma. Este núcleo de nuestra sociedad, desde luego viven al día y en la esperanza de que llegue el gobierno que los salve de tal situación precaria para poder mejorar. En ese anhelo de rescate se han aprovechado muchos, haciéndose de un puesto público, prometiendo lo indecible. Desde luego sin cumplir.

La información cotidiana, que la domina el Ejecutivo Federal, formando una agenda Nacional, donde se mezclan las verdades a medias, ha dañado sin precedente, la esperanza de quienes están en la desesperación, de ver como unos pocos terminan llevándose los recursos que le hace falta a nuestro México.

Desde luego que quienes prometen, acabar con la inseguridad, la corrupción y la impunidad, generan la percepción de esperanza en quienes desean justicia social. Nada de ello ha llegado a nuestra sociedad. Pareciera que la justicia se usa selectivamente y la persecución a veces pareciera venganza como, la suspensión de tantas obras y sustituirlas por otras y, todas, las anteriores y las actuales, quedan en la duda si verdaderamente son para servir a nuestro país.

Es la percepción del ser humano y las situaciones que vive desde lo particular a lo gregario, lo que va definiendo la sinergia social, hoy quebrada y, polarizada, dividiendo a la sociedad de México, en el lugar de aglutinar voluntades y acciones en favor de todos.

No alcanzo a saber realmente de cuántas veces se han hecho anuncios de inversiones multimillonarias para reactivar las fuentes de empleo y recuperar nuestra economía y con ello nuestra seguridad social. Hasta ahora ninguna se ha realizado, en la mancuerna de lo público y lo privado.

Donde quedan todos esos recursos que se han anunciado de ahorro. Aquellos 500 mil millones derivados de la corrupción. Aquel combate contra la delincuencia. Aquello de no faltarían medicina y los niños con cáncer se están muriendo, pero igualmente las personas no encuentran alivio.

Los triunfalismos nunca han sido buenos, más bien mentirosos, sobre todo en el sector público, agoreros de fracaso.

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