Ángel Castillo Torres.
14 de junio de 2023.
El proyecto para convertir a Villa de Pozos en el municipio número 59 es un buen ejemplo que nos permite comprobar que es Ricardo Gallardo Cardona el que tiene en sus manos las riendas del poder. El gobernador está demostrando que tiene la capacidad, la fuerza, el dominio y la influencia para imponerse sobre otros proyectos alternativos, como sería en este caso el que encabeza Enrique Galindo Ceballos. Analicémoslo.
En un pasado remoto, Villa de Pozos fue municipio por más de 100 años, pero en la década de los 40´s del siglo pasado una decisión política arbitraria, tomada desde el gobierno del estado, le quitó su personalidad como Ayuntamiento y lo convirtió en Delegación.
Este acto despótico agravió profundamente a los habitantes de ese territorio quienes desde entonces han guardado la afrenta en lo más profundo de su ser. Los poceños no se sienten identificados con los habitantes de la capital. Ellos se asumen con una identidad propia, atávica, que se manifiesta en usos y costumbres de carácter religioso, de arraigo a la tierra, de organización política territorial y de manifestaciones de cultura popular que los cohesionan y los hacen sentirse diferentes a los pobladores de la capital. Ya sea por su pertenencia a los antiguos Cuatro Barrios (Casanova, Olivos, Cruces y Aguilares), o bien por ser parte de algún ejido o comunidad, los habitantes de Pozos se han negado a perder sus raíces y quieren ejercer su autonomía como municipio. Sus pobladores han aprendido a resistir y frenar las acciones arbitrarias de las autoridades capitalinas. Al mismo tiempo han sido custodios de su memoria histórica y porfiados activistas en la lucha para volver a ser autónomos. Por décadas han dado la pelea y se han organizado políticamente para ejercer su derecho a la rebeldía para lograr que Villa de Pozos resurja como municipalidad.
Hoy están a punto de lograrlo gracias a su indomable carácter y a que están siendo apoyados por el gobernador del estado Ricardo Gallardo Cardona. Los habitantes de Villa de Pozos han padecido por décadas la indiferencia, la soberbia, el olvido y el menosprecio de muchos gobiernos emanados del PRI y del PAN que los han gobernado desde la comodidad del majestuoso Palacio Virreinal que hoy es la sede del H. Ayuntamiento de San Luis Potosí. Han sido tratados como ciudadanos de segunda, como patio trasero de la capital y como caja chica del ayuntamiento capitalino.
Una reivindicación histórica que dará mayor popularidad al gobernador.
Hoy las posibilidades de que Villa de Pozos regrese a ser municipio son enormes. Esto a diferencia de lo que ocurrió en el pasado cuando Marcelo de los Santos y el PAN se opusieron a la municipalización por razones político/electorales y para encabezar un desvalijamiento calculado de tierras, impuestos, derechos y contribuciones. Pero las condiciones políticas han cambiado, la correlación de fuerzas en estos tiempos es otra. El PRI y PAN están en banca rota y otro partido (el Verde) ha hecho suya la aspiración de los ciudadanos de Pozos.
Los poceños cuentan a su favor con la voluntad política del gobernador Ricardo Gallardo Cardona. Les favorece también que el alcalde Enrique Galindo ha doblado las manos ante el gobernador. Se ha impuesto la voluntad del más fuerte, sagaz e intrépido. La parte derrotada que no quería la municipalización de Villa de Pozos y que hoy finge estar de acuerdo (la de Galindo y su equipo) se ha sometido al empuje del gobernador y a las presiones de los ciudadanos de esa Delegación.
Galindo no quiere confrontarse con el gobernador, sabe que perdería la batalla. Pero además, ante lo inevitable, el presidente municipal no quiere quedar como el villano de la película. Le aterra sufrir la ira de los habitantes de Pozos si acaso en un momento de locura resolviera oponerse. Está consciente de que la pradera está seca y que bastaría un solo chispazo para que se incendiara el bosque. Así que a Galindo no le quedó de otra que sumarse tardíamente y de dientes para afuera a la iniciativa del gobernador.
En el ánimo de los habitantes de Villa de Pozos hay un sentimiento latente de malestar porque las promesas de campaña que hizo Galindo no se han cumplido; es fecha que el nuevo panteón (del que apenas se ha puesto una primera piedra) el mercado prometido, el arreglo de las maltrechas vialidades en las colonias marginadas, el reordenamiento del comercio callejero, la solución al desabasto de agua, la inseguridad, entre otros pendientes, no se han logrado concretar. Por ello, en esta cruzada por la municipalización de Villa de Pozos el que gana políticamente es el gobernador.
En esa Delegación la bandera del Partido Verde ondea en todo lo alto en casi la totalidad de las colonias urbanas y comunidades rurales. En los próximos meses seremos testigos de cómo el poder de la gallardía se consolida en ese territorio. En contraste, el PAN, que era quien controlaba políticamente esa demarcación se está desdibujado. En cuanto al PRI, es apenas un fantasma que deambula por las noches en las oscuras calles de la Delegación. Como la llorona, aúlla su dolor por los hijos (votos) perdidos.
Si la iniciativa de remunicipalización de Villa de Pozos se llegará a consumar en este año, como está planificando por parte del gobernador, toda esa delegación y la mayoría de sus votantes (entre 80 y 110 mil) serán Totalmente Palacio. Gallardo se convertirá en el consentido de los pobladores de esa demarcación, su partido ganará las elecciones de 2024 y con ello aumentará su control político sobre la Zona Metropolitana de la capital.