Ángel Castillo Torres.
Diciembre 11, 202
La precandidata de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, tuvo una exitosa jornada de proselitismo en tierras potosinas. Lo mismo en la capital del estado que en la hermana república de la huasteca, la candidata del bloque opositor se desarrolló bien, se vio segura, alegre, apasionada y con un certero diagnóstico de lo que son las principales necesidades de los potosinos de la diversas regiones del estado.
A pesar de que algunos líderes de opinión han intentado divulgar que la precampaña de Gálvez no emociona debido a que se haya entorpecida por los dirigentes nacionales del PRI, PAN y PRD, lo que pudo observarse en territorio potosino fue todo lo contrario.
Encabezó buenos eventos con militantes de los partidos que la apoyan, dialogó con sectores de la sociedad civil y tuvo un buen desempeño frente a los medios de comunicación que dieron cobertura a su gira de proselitismo. Si bien no fueron eventos masivos como los que en otra época organizaban el PRI y el PAN, Xóchitl Gálvez logró el objetivo de mostrarse como una genuina candidata oposición. Fue crítica, irónica y frontal en su argumentación, como corresponde a una genuina opositora al régimen de la 4T; pero también fue propositiva, avanzó en su objetivo de venderse como alternativa para encabezar un gobierno que corrija los errores y desviaciones del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Sin misericordia y desde una postura crítica, Xóchitl puso el dedo en la llaga al denunciar los grandes problemas que flagelan la vida cotidiana de los ciudadanos causados por los gobiernos federal y local. Denunció la inseguridad que angustia a las familias, el colapso del sistema de salud pública, la carencia de infraestructura vial e hídrica, el desabasto de agua, la reprobada calidad de la educación pública, las resistencias institucionales para migrar a la producción de energías renovables que sustituyan gradualmente a las energías sucias.
Pero no se crea que solo critico lo que está mal, dejó en claro que está al tanto de lo que hay que hacer para solucionar estos males. En su intervención ante diversos públicos logró posicionarse como la candidata de las soluciones. Su personalidad y habilidad para comunicar le hizo ganar adeptos, convenció a muchos. En esta ocasión acabó por amarrar el “voto duro” de los militantes de los partidos que la apoyan. Pero su mensaje alcanzó a llegar también a ese 26% de electores indecisos que en este momento observan y evalúan la oferta de las 2 aspirantes presidenciales para posteriormente decidir un voto razonado.
Este fluctuante segmento de votantes puede llegar a definir la elección en favor Xóchitl Gálvez si la personalidad y propuestas de la candidata opositora los seduce y llega a convencer.
Así que para ser la primera vez que en su calidad de precandidata se presenta ante los potosinos como aspirante presidencial, el saldo para Xóchitl es positivo, ganó en credibilidad, mostró carácter y carisma y fue precisa acerca de los que hay que hacer desde el gobierno si llegase a ganar, es decir no le fue nada mal, ha tenido en San Luis Potosí un buen inicio de campaña.
Adicionalmente, la candidata de “Fuerza y Corazón Por México” ha recabado un buen diagnóstico de campo donde se bosquejan con meridiana claridad las fortalezas y debilidades que caracterizan a los partidos políticos que la apoyan en San Luis Potosí. Con esta información podrán ajustar sus estrategias de campaña en las próximas visitas que realice a nuestra entidad y de paso, pero no menos importante, podrá influir en las en las decisiones que determinen las candidaturas al Senado de la República, diputaciones federales y hasta en algunos Ayuntamientos estratégicos del estado. Xóchitl tomó nota de que en este momento el PRI y PAN son un campo de batalla donde se enfrentan hermanos. Pudo entender que urge un arbitraje político que ayude a resolver estas contradicciones, de lo contrario su principal enemigo lo tendrá en casa y el efecto será pernicioso y se reflejará en un debilitamiento de su candidatura en los próximos meses. Pero la candidata opositora no puede apostarle sólo a lo que hagan los partidos políticos que la respaldan. Xóchitl no ganara la elección presidencial en San Luis Potosí, ni en el resto del país, si no entiende que debe convertirse, sobre todo y primero que nada, en la candidata de la sociedad civil y no solo de los partidos. Éstos últimos están muy desprestigiados y debilitados por las pugnas internas y por los egos y ambiciones desmedidas de las camarillas que los controlan.
Por lo tanto, ella debe aspirar a conectar a través de sus mensajes de proselitismo con esos miles de ciudadanos indecisos y molestos con el oficialismo que no militan, ni simpatizan con los partidos tradicionales que le han quedado a deber a la sociedad. Si la candidata opositora no logra eludir el cerco que estos partidos le están armando para beneficiarse de sus logros de campaña, su viabilidad se va a deteriorar. Así que sin romper con ellos y en un ejercicio de equilibrios y sagacidad deberá construir a lo largo de la campaña un frente de apoyo totalmente ciudadano que le garantice otra base de sustento, para, en una primera etapa, alcanzar a la candidata de “Juntos Sigamos Haciendo Historia” (Claudia Sheinbaum) y en una segunda y definitiva etapa rebasar a la que hoy es la más fuerte, según las encuestas. Xóchitl aún tiene posibilidades de ganar, no está derrotada de antemano. No hay fatalismos en la historia.
Este es el gran reto que deberá enfrentar la candidata opositora y sus más cercanos colaboradores en los próximos meses.