Miguel Ángel Guerrero Arriaga
Junio 04, 2020
A pesar de que la mayor parte de los mexicanos pensábamos que Vicente Fox Quesada quedaría como el presidente de México que más expresiones folclóricas acuñó durante su mandato, el actual Andrés Manuel López Obrador parece empeñado no solo en igualarlo sino en superarlo en ese sentido como lo demuestra la sarta de absurdos verbales que ha venido acumulando desde que asumió la presidencia del país.
Luego de las memorables expresiones foxistas que cubrieron de pena ajena a los habitantes del territorio nacional como aquellas del “comes y te vas, el ¿yo por qué? “Las lavadoras de dos patas”,” voy a acabar con las víboras prietas y las masacuatas, ahora viene López Obrador con otras frases que engrosarán el anecdotario de ridiculeces para recordarlas con un dejo de burla y vergüenza, como puede ser su llamado a tratar con besos y abrazos a los delincuentes o su horrendo:” fuchi caca guácala”, y el “voy a rifar el avión presidencial” hasta llegar al extremo de recomendar la receta que dice seguir para no contagiarse del coronavirus que señaló este jueves desde Palenque, Chiapas para lo que, dijo “hay que tener la conciencia tranquila” “ no mentir”, no robar”, “ no traicionar” en otra ridiculez que mucho lo acerca a Fox en eso de acuñar frases absurdas que únicamente sirven de abono a las burlas de los mexicanos en lo que al parecer ya van parejos.
CABOS SUELTOS
Será interesante ver la respuesta que reciben las dizque 40 organizaciones de abogados a su exigencia de que se reactiven actividades en el poder judicial y que se le considere actividad esencial… Esos necios que siguen en las calles como si anduvieran vacacionando sin protección alguna deben entender que el peligro de contraer el covid- 19 no ha terminado y que por sus necedades podrían llevarse entre las patas de su necedad miembros de su familia al llevar el virus a sus casas como se llevan los llamados como éste a que sigan las normas sanitarias todavía vigentes toda vez que ninguna restricción se ha cancelado… El secretario de seguridad Jaime Pineda parece pecar de optimismo cuando afirma que entregará buenas cuentas al final de la administración sin tener en cuenta que en cualquier momento podría ser relevado por el coronel José Luis Urban como mucho se menciona en palacio de gobierno en un movimiento que se antoja lógico ante la delincuencia desatada que asola la ciudad a la que Pineda no ha logrado contener lo suficiente como para pensar que su jefe el gobernador Juan Manuel Carreras López podría sostenerlo hasta el final de su sexenio.
