Filiberto Juárez Córdoba
Jueves 09 de mayo de 2019
EN ESTA NUEVA etapa del futbol profesional potosino, que ha generado muchas expectativas en la buena afición -que la hay aunque a veces se noten más los hooligans guachichiles- pues se espera que se consolide un equipo de buenos resultados y larga permanencia en la máxima división de ese deporte, surgió la idea de hacer un reconocimiento a quien, desde hace más de medio siglo, ha sido promotor y miembro principal de las diversas directivas que los equipos han tenido. Se trata de Jacobo Payán Lattuf, el empresario cuya afición lo llevó a emprender la construcción de un estadio propio.
Estadio que por decisión de él, como propietario, lleva el nombre de Alfonso Lastras Ramírez, en homenaje a un destacado político potosino que ocupó diversos cargos y fue rector de la UASLP. Ahora hay un grupo de personas, entre ellos ex futbolistas profesionales, ex directivos de los equipos que ha habido y aficionados en general, que han expresado que consideran que ya se cumplió el ciclo del Estadio Alfonso Lastras y que para el inicio de la siguiente temporada debe llamarse Estadio Jacobo Payán Lattuf. Se habla de que ya hay una petición, respaldada por firmas, que ha sido bien aceptada por quienes la han conocido y muchos han expresado su adhesión a ella. Siendo Payán Lattuf el más persistente de los impulsores del futbol profesional, bien merecido tiene el reconocimiento y nada impide que se haga el cambio de nombre.
VINO EN CAMPAÑA José Narro Robles. El aspirante a dirigir el PRI nacional dijo que es necesario acabar con la simulación en su partido, pues en política “no se puede decir una cosa y hacer una segunda distinta, a veces hasta contraria”. Considera que hay que ser intolerantes con la corrupción. Que deben valorarse bien las alianzas pero hay que cuidar siempre que cuando se hagan no se pierda la ideología del partido. El ex rector de la UNAM y ex secretario de Salud, es un hombre de pensamiento claro. Su expresión de que se debe acabar con la simulación provocó comentarios en una mesa cafeteril, pues los que en ella estaban, al ver a sus acompañantes, dijeron que estaban simulando que están con él y que si enseguida viene otro aspirante van a hacer lo mismo, no por simular, sino para no errarle.
LOS INCENDIOS FORESTALES nos afectan en todo el estado, en todo el país, y hay que ver las cosas en su exacta dimensión. El prolongado estiaje y el calor intenso son las causas naturales, aunque en algunos casos también incide la actividad humana, pocas veces, hay que decirlo con la abierta intencionalidad de provocarlos. Los incendios que más nos afectan son los de la sierra de San Miguelito, porque son visibles y porque el humo nos llega a la zona urbana. Lamentablemente son recurrentes por circunstancias naturales, en el 2013 hubo algunos que nos humearon varios sectores de la ciudad, aunque en esa ocasión fue controlado más rápidamente y al parecer fueron menos las hectáreas siniestradas. Hay que reconocer el esfuerzo de cientos de brigadistas, personal de Protección Civil y diversas corporaciones de seguridad y auxilio que han participado en las tareas de control del fuego. Muchos campesinos de las zonas afectadas han trabajado incansablemente para evitar mayores daños a su entorno.
LAS AUTORIDADES han brindado apoyo con organización, equipo y despensas para los voluntarios. Esa es la parte positiva del asunto, también que mucha gente ha buscado apoyar con donativos de los productos que necesitan los brigadistas. Otros, de buena fe seguramente, han propuesto ir al rescate de la sierra de San Miguelito, yendo de inmediato a plantar miles de árboles, de los que sean, para reforestar. La verdad es que realizar ahorita esas acciones sería sacrificar las especies que se plantaran, pues se secarían por la falta de agua. La secretaria de Ecología, Iveth Salazar, señaló con razón, que la tierra después de un incendio necesita varios meses para su recuperación natural, después, si se quiere reforestar, hay que ver qué tipo de árboles es conveniente para no dañar el equilibrio ecológico. Los incendios se van a extinguir totalmente en cuanto las lluvias se generalicen, esa es la verdad. La flora se va a renovar paulatinamente y hay que ver formas de cuidarla y conseguir alguna forma de estimular su incremento, como la reforestación, pero en los tiempos adecuados y con las especies debidas.
LA PARTE DIGAMOS negativa se está dando con una serie de rumores tendenciosos, noticias falsas y señalamientos que buscan aprovechar a la contingencia natural para abonar otros intereses. En redes sociales circuló un video en el que se veía a un individuo aparentemente regando combustible en un área para provocar o mantener un incendio. La grabación sin embargo no es actual y corresponde a otros lugares. Hay muchos mensajes que culpan a determinados fraccionadores del fuego y otros que insinúan que es algo propiciado y concertado entre gobierno y fraccionadores para seguir urbanizando los cerros. Circula una especie de manifiesto, un comunicado al pueblo, firmado por Guillermo García Tello, que anuncia, al gobernador y al presidente municipal, una especie de rebelión por permitir la acción de los fraccionadores en la sierra de San Miguelito. Cosa que en realidad no tienen que ver con los incendios y sus causas, más bien es aprovechar las circunstancias para presencia mediática, involucrando otros temas. Sí bien es cierto que debe regularse la urbanización y que hay malas prácticas de por medio revolver las cosas no aporta gran cosa, en estos momentos lo que interesa es que se atienda lo que debe atenderse y no se busque capitalizar con otros fines la contingencia. NOSOTROS DECIMOS:
Relumbraron luego, luego,
Las intenciones traperas,
Buscando aprovechar el fuego
¡Para avivar sus propias hogueras!